~Bad Girl~ (Park Jimin y T/N)

Capitulo 7

Los días de suspensión empezaron tendré una semana larga, los días serán contados desde ahora. Regresare de mi pequeña suspensión el Lunes, pero no me extraña que no los días que este afuera no cambiaran en nada toda la mierda seguirá igual de los abusos y de la Clase Alta que se creen los dueños del instituto.

—Nonna, no quiero bañarme —Dice mi hermano haciendo puchero. Estuve toda una hora diciéndole que se bañara que en pocas horas tendré que llevarle al jardín, pero es tan necio que no me hace caso.

—Dong-Yul, ¿Tu sabes lo que le pasa a los niños que no se bañan? —Niega —Pues... le salen gusanos por todo su cuerpo, y no creo que quieras eso ¿O si?

— ¡No quiero bañarme! —Protesta

—Claro qu... — No pude terminar tras el llamado a la puerta.—Iré abrir cuando llegue aquí, espero que estés dentro de la ducha ¿Entendido?

Son muy raras las veces que llaman a la puerta si no era JungKook era el cartero, pero esta vez no venia el cartero lo cual me parece raro.

Al llegar a la puerta jalo la manilla y mis ojos se ancharon tras ver a la persona, y tenia ganas de gritarle y decirle mil mierda, pero en vez de eso mis ojos se cristalizaron y no pude evitar que se me escaparan algunas lagrimas. Sentía pena y rabia al verle, pero estaba consiente que si estaba aquí era por algo que no era del todo bueno.

— Hola cariño. — Su voz, ya me había olvidado de ella. Antes era una música hermosa en mis oídos al escucharla, pero ahora solo es mierda entrando.

Ahí estaba ella, no a cambiado en nada desde la ultima vez que le vi, solo que en este momento viste un traje mas caro que mi vida de seguro. Su pelo lacio y café como lo recordaba, ahora esta enrulado y largo. Esta usando unas plataforma que le hacen un poco mas alta que yo. Era ella mi mamá, estaba tan cambiada que no pude creer que este viviendo tan bien después de abandonarnos. Su ropa, las joyas todo era demasiado caro para mi vista. Ella y mi padre de seguro estaban o mejor, están viviendo una vida de placeres y lujos, mientras que su hija hacia lo que podía por mantener a su hijo, mi hermano.

—Ahjumma — Me saco de mi shock mi hermano pequeño al dirigirse a ella de esa manera. ¿Le conocía?

—Dong-Yul ¿Le conoces? — Se que era obvio que le conocía, pero estaba tan estúpidamente mal, que no sabia lo que salía de mi boca.

Asiente —Esta Ahjumma a estaba visitándome, a mi y a la vecina. Ellas son amigas, pero me dijo que no te dijera nada.

Ahora entiendo porque estaba tan extraño, esas encerradas en su pieza eran porque temía que se le saliera algo de lo paso.

Puse mis ojos en ella, estaban tan enojada que de seguro no responderé a mis actos — Dong-Yul vete a tu habitación ¡Ahora! — Nunca, pero jamás le había hablado de esta manera a mi hermano, así tan golpeado.

Quite la mirada de ella y vi como mi hermano se iba a su habitación cabizbajo.

—¿Te as vuelto loca? ¿porque vuelves, después de tantos años, eh? —Dije molesta, no responde solo mantiene su vista en un punto X. — ¿Tienes idea de lo que eh pasado?

—Si, si lo se y lo siento mucho.

—No, no lo sientes. Estuviste hay cuando me acostaba con viejos asquerosos por dinero.— Explote me valía mierda si estábamos hablando o casi gritando en la puerta y que los vecinos escucharan.— ¡NO TIENES IDEA! ¿Por que vienes? ¡Ya vete, ni yo ni Dong-Yul te necesitamos!

—Hija por favor...

—¡No soy tu hija! ¿¡A que vienes!? ¡Habla! —Estaba tan desesperada. quería saber a que venia, ¿Por que aparece después de tantos años? Ella no paraba de llorar y tampoco yo. Trate de ser fuerte, pero no se me daba, ella era mi madre y antes de que se fuera la tenia como una de las mujeres que mas amaba, pero cuando se fue con mi padre. Es como si me quitara la vida y se la llevase con ella.

—¡Vine a buscar a Dong-Yul! —Grito, mi corazón estaba que se salía de mi pecho al escucharla decir tal cosa —Tu padre, encontró un trabajo en el cual podemos estar con unos de ustedes, y escogimos a Dong-Yul por ser el mas pequeño y el hombre. Tu padre esta enfermo y necesitamos a un hombre que lleve las riendas de trabajo.

—¿Qué clase de trabajo es ese? —Estaba mas tranquila.

—Escapamos, porque nos estaban buscando. Tu padre es de la mafia —Mi boca se abrió de lo sorprendida que estaba. —Socios de tu papá, le estaban buscando. Así que huimos lejos donde no nos encontraran, decidimos no llevarnos con nosotros así que le abandonamos. Hija me sentí muy mal dejándoles, pero teníamos que hacerlos sus vidas también estaba en peligro. Después llegamos a Japón y encontramos a unos gerentes de la mafia mas conocida de ese país y mas poderosa. El jefe murió y tras no tener ningún sucesor. Se hiso muy cercano a tu papá así que antes de morir le dejo toda su fortuna.

Estaba tan sorprendida, que no les podía creer. Mis padres eran ricos y ahora que mis padre esta enfermo si dignaron en aparecer. Si el no se hubiera enfermado quizás no hubieran aparecido.

—¿Y el donde esta? —Cuestione.

—En Japón no pudo venir, pero quiero que sepas que el te extraña mucho y te quiere.

Reí sin ganas —Si como no.

—Ahora que sabes la verdad de porque te abandonamos, quiero que me entregues a mi hijo —Dijo seria.

—No, no te lo llevaras. No tienes el derecho de reclamarlo.

Su cara cambio a una molesta y enojada mamá, pero no me intimidaba en lo absoluto.

—No te lo estoy preguntando, T/N entrégame a mi hijo, él estará mejor con su madre y con una vida llena de lujos.

Tenia razón por un lado, no quería que el viviera toda una vida comiendo Ramen y sopas que no le alimentaran de lo mejor, pero no podía dar mi brazo a torcer así como nada. El pequeño era mi hermano y no le iba a dejar solo.

—No, te lo llevaras. Quien me asegura que no le abandonaras, si tu marido se queda sin dinero ¿eh? ¿Tu te lo llevaras contigo o lo abandonaras? —Le mire molesta tanto como ella a mi.

—Soy su madre y tu su simple hermana. Yo soy mayor y tu una menor, si no quieres llegara a una orfanato, dame a mi hijo y dejémoslo como esta así sin tramites ni nada. —Ella definitivamente no era mi mamá, ella era una versión codiciosa. Lo que hace el dinero en una persona es impresionante.

—Nonna, ¿Ella es mi mama? —Escuche a mi hermano decir — Me mentiste, dijiste que ella estaba muerta.—Sollozo.

Mierda

Mierda, mil mierda