Vulnerable.

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  Mira Isabel todas esas mariposas, entre todas tu madre es una de ellas...

Desde siempre mi padre busco mi felicidad, siempre mostrando una sonrisa a pesar de que aún pasados los años yo podía sentir su soledad, era su hija pero... Sé que necesitaba alguien a su lado, ya no quería ver qué se destruyera al desarrollar dependencia de cada persona con la que tenía una relación y tal vez, solo tal vez... Ahora podría ser diferente.

.  .  .

Bien chicos aquí está la charola, tomen sus banderillas con cuidado... Ah, Mikasa y-ya puedes soltarme...—

Al final mi padre había aceptado quedarse y ayudar a Levi sirviendo los bocadillos, sin embargo parecía que Mikasa lo disfrutaba más que nadie. Y no la culpo, es obvio que ella también estaba fascinada a lado de mi padre ya que no se soltaba de su brazo, tal vez si le contaba mi plan funcionaria a la perfección.

— Hey, Mikasa ¿me podrías mostrar donde está el sanitario? — Claro que se veía molesta cuando la interrumpí, y con algo de fastidio aceptó acompañarme.

— Puedo esperarte si quieres, los demas parecen distraídos con la comida.—

— Mikasa escucha, sé que puede sonar loco pero... ¿No te gustaría que mi padre fuera parte de tu familia? —  No pude decirlo de otra manera, incluso me escuchaba nerviosa pues no sabía que es lo que podía imaginarse.

— ¡Si! ¿Porque no lo dijiste antes? ¿Que es lo que debo hacer? —

— B-bueno antes que nada, podrías soltarme...— Ni siquiera note en que momento casi me levantó al sostenerme de ambos brazos, su ánimo había cambiado por completo y sinceramente esa fuerza sobrehumana me asustaba ¡Pero no abandonaría el plan¡

Aunque al parecer en la cocina no necesitaban de nuestra intervención para que ambos adultos comenzarán a acercarse.

— Vaya, a pesar de ser una fiesta pequeña esos niños tienen bastante energía —

— Si lo dices por el chico calvo y la de la cola de caballo, como veo necesitaremos más banderillas de las que planeé...—

Respondía el azabache cuando miraba la escena entre Connie y Sasha peleando por una de las charolas.

— Discúlpanos, por nuestra culpa cancelaste tu compromiso... Pero la verdad es que no quería quedarme solo con tantos mocosos. —

Decía Levi al ofrecerle una sonrisa al castaño aprovechando para echarle un vistazo solo de reojo, obviamente el otro parecía emocionado y tan solo negaba con sus manos antes de acercarse un poquito con el interés de no alzar la voz.

— Tienen una linda casa y lindas cosas, tu hija es muy afortunada al estar contigo... Aunque quisiera, por el momento no podría darle nada de esto a Isabel, vaya ni siquiera un cumpleaños decente le he celebrado.—

Su voz cambio a una más quebrada, al parecer el castaño había llegado a su límite y se notaba cuando apretaba sus labios con impotencia.

— Uhm, creo que deberíamos subir para que te refresques tal vez el ruido te pone peor que a mí, creo que no pasa nada si los dejamos por un momento.—

Y así el pelinegro tomo otra bandeja con una variedad de botanas las cuales  dejo en manos de la pequeña Historia, solo para que ambos no tuvieran alguna interrumpción  por el momento.

— Vamos Eren te serviré algo que te ayudará. —

El castaño solo asintió para seguirlo de manera torpe, se notaba avergonzado al ponerse tan vulnerable frente al padre de la amiga de Isabel, la decepción podía leerse en su rostro...

— ¿Entonces esta claro Mikasa?! No lo olvides, yo tropezare con tu padre y lo mancharé con salsa, entonces mi padre avergonzado me regañará y después se ofrecerá a lavar la camisa, ¡entonces ambos tendrán que estar solos por lo menos unos minutos! Creo que será suficiente por el momento. —

— Si como digas, solo hay un problema...—

—¿ Eh, cuál? —

— Que ellos ya no están... —

— ¿Queee? —





¡Un novio para papá!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora