Diario de mi desorden

Fabulosas y detenidas

La musica sonaba a todo volumen. Bailaba, dejaba que mi cuerpo se moviera sin ningun orden. Cantaba con un cepillo de pelo en la mano a modo de microfono. Me sentia libre.

Me desplome sobre la cama. Despues me incorpore y me sente en la parte de la cama que quedaba en frente de la ventana. Mire a traves de ella, habia un chico en la ventana de enfrente mirandome. Cuando se dio cuenta de que le habia visto se encondio tras las cortinas. ¿Que raro no?

Decidi llamar a mis amigas, a las del instituto. Tenia ganas de salir de fiesta, de arreglarme y de pasarmelo bien. Llame a Isabel y estuvo de acuerdo conmigo, lo mismo dijeron las demas, asi que quedamos en salir al dia siguiente pero primero iriamos de compras. Estabamos decididas a arrasar esa noche.

Sono el timbre, mis padres y mi hermano no estaban rn casa asi que baje a abrir. ¿Carmen?

-Hola.

-Hola.- Le devolvi el saludo.- No te esperaba, vamos entra.

Entro y cerre la puerta. nos sentamos en la cocina y la prepare un cafe, se le notaba a leguas que algo la habia pasado y el cafe siempre la animaba.

-Veras...- Carmen dio un sorbo de su taza y continuo.- Pablo y yo ya no estamos juntos.-Sus ojos se inundaron de lagrimas.

-¿Que paso?-Pregunte mientras me sentaba a su lado.

-Simplemente hablaba con otras, coqueteaba con ellas y yo era la unica que no lo sabia. Me siento una idiota.

-La verdad es que vi a Pablo esta mañana. Sali a dar un paseo y me le encontre, iba a jugar al futbol.

-¿Tu no sabias nada verdad?

-Carmen soy tu mejor amiga, ademas aunque Pablo sea buena gente siempre a sido un idiota.Perdio un Solomillo por una hamburguesa del Mc. Donalds.- Carmen solto una pequeña carcajada al escuchar mi peculiar metafora.

Al cabo de un rato la expresion de Carmen cambio por completo. Ya no habia lagrimas en sus ojos y se le habia dibujado una preciosa sonrisa en la cara.

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-¡Me encanta!- Exclame al ver a Isabel salir del probador.-Estas guapisima, de verdad.

-Tu siempre sabes lo que nos queda bien.- Isabel tenia razon, de verdad se me daba bien esto de hacer de personal shopper para mis amigas.

Cogimos la ropa y nos dirigimos a la caja para pagar. Decidimos ir a casa de Maria a arreglarnos.

Alli estabamos. Isabel, Maria, Elena y yo. Las tres en un baño de apenas tres metros cuadrados. Una vez que nos habiamos maquillado y peinado nos enfundamos en nuestros modelitos.

Isabel un vestido negro, maxicollar de abalorios en tonos pastel y zapatos de tacon a juego. Maria unos pantalones de pata de elefante que le llegaban hasta la cintura y un crop top con estampado etnico. Elena opto por leggins negros y blusa ancha combinada, por supuesto, con unos tacones de vertigo. Y yo, yo me puse una falda de tubo, una blusa de titantes y unas sandalias de tacon negras.

Estabamos fabulosas.

Salimos del portal, nuestras caras reflejaban seguridad. Entramos a la primera discoteca y pedimos una ronda de chupitos.

-Por nosotras- Exclamo Isabel con el vaso en alto.

-Por que es verano.-Añadi.

Chocamos unos vasos con otros y bebimos de un trago el tequila. El camarero habia puesto un pequeño plato con rodajas de limon. Cogimos una cada una y  la chupamos intentando aliviar el resquemon que habia dejado el tequila en nuestras gargantas.

-Ese chico no te quita ojo, ¿Le conoces? -Le pregunte a Maria.

-En realidad si. Le concoci hace tres dias por una amiga. Si te digo la verdad, me gusta un poco.

-Pues vete a saludarle, vamos, te acompaño. -Nos levantamos y nos hacercamos al chico.

-Hola Maria.- Al acercarme a el y oirle hablar me di cuenta que era Randy.- ¿Tu no eres la amiga de Bella?

-Si, soy yo...- Que extraña situacion. Mejor me excabuyo, pense- Bueno, tengo que ir al baño chicos.

Me aleje de ellos con rapidez, intentando hacerme paso entre la gente que ocupaba toda la discoteca. Entre en el baño y saque de mi bolso de mano un pintalabios. Le quite la tapa y gire la culata para que saliera la barra de color rojo. Lo pase por mis labios y despues los frote para repartir bien el color.

Maria entro por la puerta cuando lo estaba guardando de nuevo en el bolso.

-¿Conoces a Randy?

-Si, el otro dia no teniamos quien nos llevara a la playa asi que mi amiga Bella llamo a Randy, su primo, para que nos llevara. Eso es todo.- Le conteste.- Pero, ¿No es un poco mayor para ti?

-Bueno, yo tengo 16 y èl 19, no me parece que sea para tanto.-No la conteste, solo me encogi de hombros.

Salimos del baño y nos volvimos a reunir con las demas. Nos sentamos en una mesa y les puse al dia con todo lo de David. Tambien les conte lo de los mensajes misteriosos.

-Pues yo creo que es la ex-novia que tiene envidia.-Comento Elena.

-O alguna chica que esta detras de él.-Añadio Isabel.

-No se chicas. Pero me da igual, estoy muy bien con David y no me gustaria estropearlo. ¿Sabeis que me llamo Catie?

-¡Asi te llamaba esa profesora tan odiosa que teniamos en segundo!-Exclamo Elena.

-¡Es verdad!- Todas reimos al unisono.

La noche habia comenzado bien. Entramos en el siguiente bar. Esta vez pedi una copa, 43 con Coca-cola. Al escuchar una cancion que nos gustaba, corrimos hacia la pista y nos pusimos a bailar como locas. Hacia mucho tiempo que no me lo pasaba tan bien. Cantabamos y bailabamos como si estuvieramos solas. Todo era perfecto hasta...

-¡Que no se mueva nadie! ¡Saquen los DNI!- Grito un policia.

Mierda. Estabamos muertas, al ser menores no podiamos estar aqui ni tampoco beber alcohol. Nunca me habia pasado esto, que mala suerte.

-Señorita, ¿Puede enseñarme su DNI?- El policia se dirigio hacia mi.

-Veras, es que yo...-Suapire mientras sacaba el carnet del bolso-Tome...

-Vale, Carlos lleva a estas cuatro a comisaria. Tendremos que llamar a sus padres.- El otro policia nos indico el camino a la comisaria y nos acompaño hasta alli. Una vez dentro nos mando que esperaramos sentadas en una especie de sala con sillas y una mesa.

-Mierda chicas la hemos cagado.- Susurro Elena.

-Somos conscientes de ello Elena, no hace falta que nos lo recuerdes.-Replico Maria.

Uno de los policias que nos habian detenido entro en la sala.

-A ver chicas, sois menores de edad. No podeis entrar en esos bares ni tampoco beber. Os dejaremos ir por esta vez pero, obviamente, hemos llamado a vuestros padres. Vendran ahora a buscaros.- Cuando acabo de comunicarnos la situacion se volvio a ir.

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Mis padres no paraban de repetirme una y otra vez la misma frase "Confiabamos en ti" ¿Como se puede confiar en una adolescente?

En realidad no importaba tanto tener que aguntar la bronca de mis padres, lo que me fastidiaba es que me hubieran castigado sin ir a las fiestas de La Virgen del Carmen.

Bueno al menos habia pasado un buen rato ayer, hasta que nos detuvieron, claro.

Aunque no pudiera ir a las fiestas todavia me dejaban salir a la calle a que me diera el aire. Esta vez decidi coger los patines, hacia mucho que no los usaba.

Hoy hacia menos calor que los otros dias, nada que no se pudiera arreglar con una chaqueta fina. No habia nadie en la calle. Me puse los cascos y me sumergi de lleno en la musica.