-¡Mierda!- Suspire intentando levantarme del suelo.
-¿Estas bien?- Un chico me alargo su brazo ayudandome a ponerme en pie de nuevo.
-Si, gracias. Es solo una rodilla raspada.-En realidad escocia bastante.
-Soy Teo, Teo East.
-¿Teo East? Pero...-Antes de que pudiera preguntarle nada, el se me adelanto.
-Si, yo te envie los mensajes. Veras, aunque tu no me conozcas yo a ti si. Llevamos siendo vecinos casi un año, y bueno no se, me pareciste una chica muy guapa pero soy muy timido y no me atrevia a decirte nada.
¡Claro! Era el chico que vi el otro dia en la ventana. Pero todavia habia cosas que no me cuadraban. Me sentia alagada por que habia dicho que le parecia guapa pero ,la verdad, es que esto del royo acosador me daba un poco de miedo.
-¿A que venian esos mensajes?-Le pregunte con mis ojos clavados en los suyos.
-David era mi mejor amigo...
-¿Era?
-Es una larga historia. Yo salia con una chica, Carol, y David digamos que se puso por medio. Al final Carol me dejo por el. Empezaron a salir y todavia siguen juntos.-Teo se mordia el labio. Estaba muy nervioso.
-¿Que?
-Si, se que David esta contigo pero tiene novia.
Ahora todo encajaba. En las fiestas cuando se puso tan nervioso por que no queria que le viera su exnovia, en realidad era Carol, su novia.
-Mira, ahora me tengo que ir pero te dare mi numero por si quieres saber algo mas.- Saco un boli de su bolsillo y ecribio sobre mi mano su numero de telefono.
Teo se despidio y salio corriendo calle abajo. ¿Por que tendria tanta prisa?
En ese momento estaba realmente cabreada, no queria volver a ver a David nunca. Bueno si, queria partirle la cara. Ya me extrañaba a mi que todo me fuera tan bien, estaba claro que algo tenia que pasar.
Volvi a casa, tenia mensajes de David preguntandome si iria a la fiesta. Decidi ignorarle. Estaba tan enfadada que no sabia ni que decirle. Me habia mentido, pero ¿Como es que nadie me habia dicho nada? Ahora entendia a Carmen.
Quizas yo no significaba nada para el, tal vez solo me queria para pasar el rato y era mentira todo lo que me habia dicho, todo lo que habiamos pasado, todo era una gran mentira.
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-Cat, sal de la cama. Vamos a comer.- Dijo mi madre mientras abria las persianas de mi cuarto.
-No, no tengo hambre. Ya comere luego.
-Bueno vale, pero levantate.
Mi madre cerro la puerta tras ella. Me levante y mire por la ventana. No hacia sol. ¡Que casualidad! Lo unico que me faltaba para deprimirme mas era un dia nublado y gris.
La lucecita de mi movil no paraba de brillar indicandome que tenia mensajes, pero no queria verlos, no queria saber nada del mundo que me rodeaba. Deseaba quedarme en la cama hasta la eternidad. Esta vez era diferente a otras veces en las que me sentia triste, nisiquiera queria cortarme, de todas formas ¿De que me iban a servir unos cuantos cortes en la muñeca?
Sentada en la cama me di cuenta de que mi movil estaba sonando, al principio lo ignore por completo pero la musica no dejaba de sonar asi que, sin pensarlo dos veces, cogi el movil y conteste bruscamente.
-¡¿Que?!
-Hola, Cat. Hace tres dias que no te veo, ¿Donde has estado?- Era David.
Permaneci en silencio pero sin colgar.
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Diario de mi desorden
Teen FictionUna persona, un desconocido, quizas una casualidad. Una casualidad que mas que casualidad es salvacion, porque cuando no tienes razones para seguir viviendo y crees que solo sabes autodestruirte, llega él y da la vuelta a tu vida.