Seven

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Mientras Leah y Nohemí se dirigían hacia Las Vegas, en Minnesota, David y Rachel Thompson trataban de encontrar a su hija en cualquier rincón de Saint Louis.

Mitchel, Adam y Ally, los lobos de Alaska también trataban de rastrearla, y sabían que habían huido del estado.

Por otro lado, Raven y Andrew Green estaban muy enojados con su hija, y harían lo que sea para encontrarla y traerla de regreso a casa.

Lo que ninguno sabía es que ambas chicas harían lo necesario para permanecer juntas y protegerse la una a la otra.

-Aún no entiendo por qué tuvimos que dejar mi auto en Nebraska- dijo la Ojiverde de brazos cruzados.

-Ya te lo dije, Leah. De esta forma no podrán encontrarnos tan fácil.

-Sí, pero no es justo, quiero decir, ¡Era mi bebé!. Ahí se fueron diez años de mi vida.

-Pareces una bebé. deja de quejarte- rió la de ojos color miel.

Mientras que ambas chicas discutían por el auto, Mitchel, Adam y Ally había encontrado el rastro de ambas chicas y habían emprendido su viaje en busca de la chica de ojos de color esmeralda.

-Al parecer no solo encontramos a la pequeña chupasagre, sino que va acompañada de un lobo- dijo Mitchel en tono burlón.

-Si va con un lobo, ¿Entonces que haremos con él?- Preguntó Adam confundido.

-Pensaremos en eso luego, ahora tenemos que encontrar a la chica- Dijo Ally rodando los ojos.-Andando, bestias.

En otro lugar de Minnesota, David y Rachel Thompson habían rastreado el auto de su hija, así que tomaron el rumbo hasta donde se encontraba el auto de su hija.

-La encontraremos, cariño, ella estará bien- Dijo David a su esposa.

-Lo sé, solo...- ella suspiró.- Tengo un mal presentimiento de esto, querido. Es como si supiera que algo malo sucederá con nuestra niña.

Él suspiró y frotó los hombros de su esposa.- Nada malo le sucederá, ella puede cuidarse a si misma y ambos lo sabemos- le dijo a su esposa sonriendo.

Sky y Alice, por otro lado se encontraban muy preocupadas por ambas chicas. Sky trataba de comunicarse con la chica de ojos color esmeralda, intentaba llamarla una y otra vez, pero no contestó a sus llamados.

Alice, por otro lado, aunque se encontraba enojada con ambas chicas, sentía que era irracional dado a que Nohemí y ellas no fueron algo, y que debía aceptar que la chica de ojos color miel quería a su amiga. Así que también trato de llamar a Leah una y otra vez, obteniendo el mismo resultado que Sky.

Raven y Andrew, trataban de calmarse mientras se repetían a ellos mismos que su hija había tenido buenas razones por las cuales irse, pero no podían encontrarlas. Sabían que no habían sido tan buenos con su hija, pero eso no significaba que no la quisieran. Recordaron que la ojimiel había querido ir a ver los Canales de Venecia que se encontraban en Las Vegas.

-Debemos ir a buscarla, no puede ir por el mundo sola. Le hemos advertido de los peligro que se encuentran en esa ciudad. Hay que irnos ya.- Demandó Raven, su madre.

Su Padre asintió y ambos tomaron rumbo a Las Vegas.

Nohemí y Leah habían tomado un descanso en Cedar City Utah, antes de finalmente llegar a Las Vegas.

-Soy hay una cama- dijo la ojimiel entrando a la habitación del Hotel por primera vez.

-No importa, solo será esta noche.

Ambas chicas se tumbaron en la cama, cansadas por su viaje. Estuvieron en silencio por varios minutos.

-Hey- dijo Leah rompiendo el silencio, la de ojos miel volteó a mirarla- descansa.- Sonrió y cerró los ojos.

Ambas chicas cayeron rendidas, ajenas a lo que sucedería después.

Ajenas a los problemas que se avecinaban.

Ajenas a sus padres que trataban de encontrarlas.

Ajenas a sus propios sentimientos encontrados.

War BreedsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora