Thirteen

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Adam y Mitchel  hicieron lo que Ally les había pedido; sedaron a los humanos cuando los adultos se descuidaron, ataron a Nohemi en el sótano de la cabaña junto a los demás, a Leah la vendaron y la llevaron junto al resto. 

Todos estaban todos en el sótano, atados mientra Leah solo estaba atada y vendada.

-¿Qué mierda quieren?- gritó Nohemi.

-Nada de ti querida, cálmate.- dijo Adam en tono burlón. 

Lo cierto era que Amelia, Randy y Anne estaban aterrados, pero no tanto como lo estaba Leah.

Ally estaba arriba, terminando de atar y vendar a los padres de las chicas, se sentía ansiosa porque nuevamente vería a su pequeña Leah.

-Tranquilos no sucederá nada malo, solo quiero hablar.- Dijo tranquilamente.

-Todo está listo, atados y amordazados- dijo Mitchel,- puedes bajar ya.

Ally asintió y se dirigió al sótano, inspeccionó en lugar con sus ojos. Nohemi la miró con rabia, mientras que Amelia, Randy y Anne la miraron con temor. 

-¿Quién está ahí?- penguntó Leah firmemente, pero al sentir un olor característico que recordaba de hace muchísimos años se sintió confundida. Ally suspiró y miró a la de ojos esmeraldas. 

Se arrodilló frente a ella, Leah sintió su parecencia y se asustó,  Ally al notar esto pasó sus manos por los brazos de la otra chica, Nohemi, Amelia, Anne y Randy miraban desde lejos, asombrados de que uno de sus captores hiciera tal cosa.

Ally abrazó a Leah y esta se tensó, mientras que Nohemí se alarmó y quiso acercarse a la chica y golpearla. Ally se alejó y descubrió a la de ojos esmeralda para luego quitarle la venda. Leah se asombró y se emocionó, comenzó a llorar y abrazó a Ally.

-E-eres tú- dijo Leah entre lágrimas- Eres tú. ¡Eres tú!, después de todo este tiempo. No sabes cuanto te he extrañado Allyson. Traté de buscarte pero no te encontré. 

-Hey, tranquila. Aquí estoy, también estuve buscándote y aquí estamos- Le sonrió, y la sujetó más fuerte.

-Espera.. ¿Tú hiciste todo esto?- preguntó algo enojada y se alejó inmediatamente.-En lugar de todo esto solo hubieras hablado conmigo y ya. 

-Puedo explicarlo, pero aquí no.- Suspiró.- ¡Adam, baja rápido!- y así lo hizo el joven chico- desatalos a todos.

-Pero, ¿Por qué?- preguntó con fundido.

-Porque esto solo fue una broma.- Sonrió ligeramente.

-Pero..

-Dije que los desates. Luego hablaremos.

El joven castaño hizo lo que le habían pedido, los liberó uno a uno. Todos estaban confundidos, incluso Adam y Mitchel. Cuando todos estuvieron reunidos en la planta principal sonrió un poco mirándolos a todos. 

-Disculpen todo esto que les hice pasar, solo fue una broma. Y sé que fue de mal gusto así que por eso les pido disculpa.- Suspiró nerviosa,- Ellos son Adam y Mitchel, son mis amigos- señaló en su momento a cada uno.- La razón por la que estoy aquí es por Leah, quiero, no. Necesito hablar con ella a solas.

-No. No dejaré que hables a solas con MI novia- dijo Nohemí con autoridad.

Leah se acertó a su novia lentamente y la abrazó, ésta la  rodeó con sus brazos rápidamente.

-Hey tranquila, no me sucederá nada, ella es mi amiga. Mis padres la conocen también, no me hará nada- Le susurró Leah al oido.

Nohemí se separó lo suficiente para verla a los ojos y asintió, rápidamente dejó un beso en los labios de la ojiverde y lentamente fue soltándola.

Ally al ver eso, sintió que algo dentro de ella se rompía lentamente pues no imaginó que su pequeña Leah estuviera con alguien más.

-¿Vamos?- Preguntó la ojiverde sonriendo.

-Si, vamos- dijo Ally tratando de sonreir.

Dado al extremo clima de Rusia a las 10 PM tuvieron que abrigarse bien para salir a caminar un rato, pues eso era lo querían ambas. Caminaron algunos kilómetros lejos de la cabaña en completo silencio, solo se oían sus pasos y sus respiraciones.

-¿Por qué te fuiste?- preguntó la de ojos verdes deteniendo su andar y rompiendo el silencio.

-Tuve que irme, si no lo hacía iban a asesinarte y también a tus padres. No quería irme, pero si quería protegerte tenía que hacerlo. Pero siempre estuve pendiente de ti, te observaba desde una distancia en la que no notarías ni siquiera que te observan.

《A donde tu ibas yo iba, incluso cuando tuvieron que mudarse a Minnessota. Cuando llegaron yo tuve que irme a Alaska para ejercer el liderazgo de mi manada, fue ahí donde conocí a Alessia y la convencí de que tenía que irse a Minnessota a cuidarte, informarme sobre lo que hacías o si había peligro cerca de ti. Te cuidé desde lejos sin que tú lo notaras, porque siempre he sabido que eres mi mate.

Al terminar de decir todo eso Ally suspiró profundamente y sus ojos se cristalizaron. Ante la confesión, Leah se sorprendió mucho, sus ojos también se cristalizaron y abrazó a Ally, quién comenzó a sollozar al sentir el contacto.

War BreedsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora