Creatures from Heaven: El Ángel Caído (Larry Stylinson)

4. Fuck you better

Harry se acercó y lo tomó del cuello, atrayéndolo hacía él y luego de unos segundos donde sólo se miraron fijamente, Harry lo besó.

Los labios de Louis estaban secos y su aliento sabía a una mezcla entre menta y tabaco. Sin embargo, era el mejor beso que había dado en su vida. Louis era un experto y a la vez un inexperto. Lo hacía con muchísima seguridad pero sus labios se movían de manera brusca, casi incómoda. Cuando su lengua tocó la del pelirrojo, Harry lo sintió temblar y una nueva confianza nació en él. Si él, un simple cantante un tanto afeminado, podía provocarle eso a un chico que solía mostrarse con una autoestima alta, entonces podía hacer cualquier cosa.

Su mano derecha se dirigió a su cabello rojo sangre y la otra simplemente se posicionó entre sus pechos, donde pudo sentir ambos corazones latiendo rápidamente. Louis colocó sus brazos alrededor del cuello del rizado e hizo que el beso fuera más profundo. Harry sintió mariposas en su estómago, aunque también sintió algo en sus pantalones, así que se separó y dijo:

"¿Qué te parece si vamos a mi casa y terminamos esto?"

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Cuando Harry despertó, lo hizo con un enorme dolor de cabeza. Caminó hacía el baño, sin reparar que estaba desnudo y que un muchacho con cabello rojo estaba en su cama, en su mismo estado de desnudez.

Del botiquín sacó una pastilla y abrió el grifo del agua, mojando su rostro con ella. Su cabeza seguía palpitándole como su corazón lo hacía cuando había... besado a Louis.

De repente se acordó que, en su cama, estaba Louis. Desnudo. Entonces recordó todo. Sus bocas conectadas, sus pechos uno contra el otro. El cuerpo desnudo de Louis. Lo hermoso que era. Su pelo sudado contra su frente. Su dulce y afeminada voz gritando su nombre. Sus tatuajes. Y sus cicatrices.

Harry frunció el ceño y miró su reflejo en el espejo. ¿Cicatrices? Harry se preguntó porqué un chico como Louis, tan joven, podía tener cicatrices. Las recordaba a la perfección. Eran todas blancas y líneas oblicuas que se unían, y si Harry no se equivocaba, todas juntas formaban una extraña forma, pero no podía recordar cuál. Harry negó con la cabeza, tratando de quitar esos pensamientos de su mente, y salió nuevamente hacía la habitación. Intentó no mirar el cuerpo de Louis, el cual sólo se movía por su constante respiración.

Harry buscó con su mirada sus pantalones y cuando los encontró - en un rincón bastante alejado - fue a buscarlos. Se los colocó rápidamente y cuando se volteó, Louis estaba sentado en la cama con su mirada fija en él.

"No hacía falta que te colocaras los pantalones." Harry, para sorpresa de ambos, se sonrojó.

"¿No te vas a ir?" preguntó, sin mirarlo. Esa situación era realmente patética.

"De hecho quería desayunar contigo." la respuesta del pelirrojo lo tomó como sorpresa pero pronto recuperó la compostura.

"La cosa no es así. Ya sabes... pasar la noche e irte por la mañana." Louis elevó sus cejas.

"¿Quién dijo que yo era uno más?" los ojos de Harry se abrieron con sorpresa "Yo no soy uno más, Harry. Y tú lo sabes."

Harry tragó en seco y asintió como en reflejo. De repente se le hacía difícil pensar con la mirada de Louis fija en él y con lo que había dicho.

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El amor nunca había funcionado para él. Sólo se había enamorado una vez y prefería no recordar de quien. El amor era algo complicado, en lo cual empezabas como un inexperto, con ansias y emoción, y terminabas como un experto que se daba cuenta que sólo traía dolor y te quitaba todas las esperanzas. Era casi irónico porque si se ponía a pensar, en su única relación formal, el que había cometido el "delito" había sido él, pero sin duda, fue Harry el que salió perdiendo. El que se llevó consigo la depresión de una ruptura.

Harry lo que se preguntaba era porqué demonios cuando se acordaba de Louis eso lo llevaba a recordarlo a él. Porqué pensar en Louis lo hacía reflexionar sobre amor, cuando solamente habían tenido sexo.

Eso era lo que más lo confundía. Eso era algo que lo volvía loco y que temía contárselo a cualquier persona, incluso a Niall, a quien le confiaba todo. Es que era patético, eso de sentir mariposas en el estómago cuando recordaba el beso que habían compartido antes de que Louis se fuera de su casa por la mañana. Estaba actuando como un idiota, y lo sabía, pero tampoco se interesaba en detenerlo.

Louis le había dejado un papel con su número anotado. Harry había estado a punto de romperlo y olvidarlo pero no pudo hacerlo, y terminó agendando su número, accidentalmente, con un corazón al final de su nombre.

Habían pasado dos días desde que Louis y él habían tenido sexo y Harry, notablemente, no podía dejar de pensar en él. Así que, cuando ya se había hartado de si mismo, llamó a Niall, necesitando su ayuda urgentemente.

"Te comunicaste con el teléfono de Niall, aparentemente no estoy disponible, así que puedes dejar tu mensaje luego del tono."

"Mierda." murmuró Harry y cortó antes de que su crédito se consumiera.

Harry cerró los ojos y tomó su cabello entre sus manos, tirando de él y gritando con frustración. Quería olvidarlo... necesitaba olvidarlo.

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Liam había desaparecido. Harry no lo había notado hasta ese momento, cuando estaba caliente porque había tenido un sueño con Louis, y necesitaba descargarse. Así que comenzó a llamarlo, pero la línea, aparentemente, estaba fuera de la zona y era imposible comunicarse. Harry no intentó de nuevo y pensó en llamar a Louis. Después de todo, él había dicho que no sería uno más. Harry negó con la cabeza y tomó su chaqueta.

Necesitaba salir y despejarse, olvidarse de Louis y encontrar a Liam. También necesitaba comunicarse con Niall. Era urgente.

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"Eres un estúpido." declaró Niall y Harry rodó los ojos. "¿Por qué no lo llamas y follan de una buena vez?"

"Porque odio lo que genera en mi."

"¿Qué cosa? ¿Orgasmos?" Harry se sonrojó.

"No, idiota. Esa cosa rara, esas mariposas en el estómago."

"¿Amor?" Harry volvió a sonrojarse.

"No, idiota." repitió.

"¿Entonces qué es? Esto se parece demasiado a cuando conociste a Ni..."

"CÁLLATE." gritó Harry con agresividad y Niall se calló, su rostro con una expresión de sorpresa. "Lo siento, sabes que no me gusta que lo nombres..."

"De acuerdo, a veces lo olvido... ya sabes..." Harry asintió y ambos se quedaron en silencio.

"¿Es amor, verdad?"

"Sí." fue lo único que dijo.