Creatures from Heaven: El Ángel Caído (Larry Stylinson)

5. Stay

Liam estaba confundido y asustado. Desde que él había desaparecido, estaba perdido en un lugar tan grande como la Tierra, y eso complicaba la misión. Entonces había decidido hacerle una visita a un hombre que conocía hace siglos y que seguía siendo en quien más confiaba. Cuando lo conoció, lucía como un hombre mundano y común. Sin embargo, cuando habló, demostró no ser una insignificante e ignorante Criatura de la Tierra. Había demostrado ser inteligente y comprensivo.

Liam era una nueva criatura, débil e inexperta. Su corazón latía a un ritmo diferente, de manera ruidosa y pausada, que los de las personas que lo rodeaban. Su dueño, quien lo había creado e introducido al planeta Tierra, había desaparecido y ahora necesitaba de la ayuda de Nicholas, esa persona tan sabía.

Siguió caminando por ese sombrío camino de piedra y cuando vio esa leve llama azul, apresuró su paso. De repente, se chocó con algo de un material sólido y frío. Se recompuso y levantó la mirada, encontrándose con una puerta de hierro. La abrió y dentro encontró un escritorio de madera con una silla del mismo material detrás.

El lugar estaba en silencio y pulcramente limpio. Liam comenzó a preocuparse de que Nicholas no estuviera allí, pero cuando estuvo a punto de darse vuelta, escuchó su voz.

"Debes anunciarte, Liam Payne."

Liam lo observó a los ojos y se encontró con ese marrón tan oscuro, ese que demostraba dónde pertenecía. Tenía una sonrisa de lado, demostrando superioridad. Él era, después de todo, superior a todos ellos.

"Lo siento, señor Grimshaw." el mencionado asintió y se sentó, sin quitarle la mirada de encima.

"¿A qué has venido, Liam?"

"Todo es muy complicado, señor. No sé como manejarme con Harry Styles. Es una persona muy..."

"Centrada en si misma." continuó Nicholas y Liam asintió.

"Así es, señor. ¿Puedo preguntarle cómo lo sabe?"

Entonces Nicholas sonrió. No era una sonrisa bonita. Era una oscura y malvada. Una que decía que alguna vez, a esa persona, la había lastimado. Alguna vez Harry Styles había sido su víctima.

"Digamos Liam que yo... conozco demasiado bien a Harry. Conozco cada uno de sus defectos y virtudes. Conozco cada centímetro de su cuerpo. Conozco cada punto débil. Conozco como funciona su organismo, en especial, su corazón."

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Liam había vuelto hace cinco días con el rostro blanco como una pared de yeso, perturbado y sin decir una palabra. Harry, sin embargo, no le había dado importancia. En la última semana se había estado viendo con Louis en secreto. A veces era en su casa, otras en la de Louis o sino se reunían en moteles, calles pocos concurridas entre otros extravagantes lugares. A veces tenían relaciones, otras no.

Harry se dio cuenta que Louis era más que sexo. Louis era especial, lo hacía sentir bien y cuando no estaba con él, sentía una especie de vacío. Niall también lo notaba y se reía de él. Aunque a veces, cuando estaban demasiado ebrios, le decía que estaba feliz por él y que si Louis le rompía el corazón como lo había hecho Ni entonces él se encargaría de que el pelirrojo aprendiera de sus errores.

Por todo eso, Harry no tenía tiempo ni ganas para interesarse por Liam. Era un buen chico y estaba saliendo de una situación trágica, pero Harry tenía sus propios problemas y él a diferencia del muchacho de ojos color almendra, no era un buen chico.

Sin embargo, cuando ambos estaban cenando, Liam decidió romper el incómodo silencio que ahora era habitual. Se aclaró la garganta y comenzó a relatar un increíble viaje que había hecho con Zayn hace algunos años, su voz quebrándose exageradamente a la mitad del relato.