002.

10.1K 976 360
                                    

JungKook no podía dejar de pensar y repensar lo que le había sucedido en el camino al colegio. Podía jurar que dentro de poco se iba a desmayar. Su cabeza daba vueltas y las manos le sudaban frío.

Un escalofrío le recorría las vértebras cada diez minutos, podía sentir también como varios deditos acariciaban su espalda cuando se sentaba en clase. El único problema, nunca había nadie detrás suyo.

Al salir a su primer receso, JungKook fue a comprar algo de comer y salió al patio. Tenía su propio lugar para comer, una banca que había sido estratégicamente colocada debajo de un árbol. Cuando el no estaba ahí, normalmente se juntaban las parejas para meterse mano ya que quedaba fuera del alcance de visón de los profesores. Pero esta vez, y gracias a Dios, no había ninguna pareja impura.

Se sentó en la banca a comer su sándwich, aún con ese cosquilleo extraño en su nuca. Con ese horrible presentimiento de que algo estaba detrás suyo.

Un escalofrío recorre la espalda de JungKook, y justo después, puede observar como todas las personas en el patio comienzan a correr dentro del edificio escolar. JungKook frunció el ceño, y curioso por saber lo que pasaba entró en el edificio.

Al entrar en los pasillos JungKook pudo ver la histeria que se estaba causando en los pasillos. Había gente llorando, consolándose entre si, gritando y embobados en la pantalla del pasillo.

JungKook se acercó a la multitud y se hizo espacio entre todas las personas. Para poder ver qué era lo que pasaba en la pantalla.

Un desastre. Eso era lo que pasaba. Accidente automovilístico aparatoso entre un auto rojo y él autobús escolar que transportaba al equipo de fútbol del colegio.

A JungKook se le fue la respiración, le costó tragar saliva y abrió la boca asombrado. Él había visto esto. Todo. Había sentido cada golpe, cada muerte y cada gota de sangre derramada.

JungKook trataba de volver a su estado normal, de volver a respirar y de poder dejar de temblar. Pero le era imposible, un ataque de ansiedad se estaba haciendo presente en su ser.

Comenzaba a ahogarse, a sentirse pequeño y aplastado entre tanta gente. Su cabeza palpitaba y su visión se estaba poniendo borrosa y...

—¿Estas bien, JungKook?—esa vocecita, entre su visión borrosa, ese cabello rubio.

—No—comenzó tratando de caminar alejándose de eso—No, no...

—JungKook..—comenzaba ese chico, que tenía como un iman hacia JungKook.

Entonces fue muy tarde, cuando JungKook estaba cayendo en los brazos de ese chico, en el suelo mientras todo el mundo se ponía a su alrededor.

—Todo estará bien, JungKook...—fue lo último que escuchó JungKook de los labios de ese chico del pecado.


JungKook tenía su respiración pasiva, constante y profunda. Estaba en un...¿bosque? Si uno, oscuro lleno de árboles que hacían un sonido espantoso al moverse por el ir y venir del viento. El frío del lugar le calaba los huesos al pelinegro, sus dientes temblaban y por alguna razón, se encontraba totalmente empapado. Las hojas sueltas, la tierra y el zacate se le pegaba en los zapatos y su cabello estaba echo un desastre.

—¿Que mierda está pasando?...—susurró JungKook para sí mismo, sin esperar que nadie en realidad respondiera su duda.

—Estas soñando, ¿tan poco obvio es?—los latidos de JungKook incrementaron otra vez, después de caer el suelo por la sorpresa.

Ese malparido chiquillo, que pareciese seguirlo a todos lados atormentándole de cualquier manera existente.

—¿Qui-quien eres?—se atrevió a decir JungKook, con el corazón casi en la boca y los labios temblorosos.

El chico de cabello rubio estaba sobre la rama más cercana al piso de un árbol en diagonal a JungKook, con las manos a los lados y balanceando su pies de atrás hacia adelante, mientras ponía toda su atención en el chico tirado en el piso.

—¿Yo? Bueno, JungKook...es difícil de explicar—mencionó él formando una sonrisita divertida en sus pomposos labios.

—E-explícame entonces...—en un abrir y cerrar de ojos, el chico rubio estaba frente a Jeon, arrodillado y compartiendo miradas con el pelinegro.

—Solo digamos que...—el rubio puso su mano en la mejilla de JungKook, haciéndole saltar. El dedo pulgar del muchacho fue a parar a los labios de JungKook—Soy tuyo JungKook...

El rubio se acercó a JungKook y justo a centímetros de su rostro, susurró.

—Espero que me aceptes, Jeon...

Y justo cuando los labios de ambos hicieron contacto, Jeon se vio sumergido en una claridad que le segó y por último le despertó de ese 'sueño'.

Pero JungKook estaba...¿en su habitación? Estaba en su habitación, recostado en su cama, sudando y mareado. Sus manos no dejaban de temblar mientras agarraba las sábanas, y su mirada estaba frenética buscando algo en su habitación. Algo que no sabía que era, pero lo estaba buscando.

¿Que?

—Hola JungKook—El nombrado se volvió hacia donde venía la voz, la puerta, pero no había nada ni nadie—Oye, aquí—justo a su lado, pero tampoco había rastro de nada—Justo aquí, bebé...

Una mano se posó en su cuello, obligándole a descender otra vez en su cama, la mano guiaba a un cuerpo, uno conocido, a unos ojos y a unos labios. Mierda. Todo conocido. Ese endemoniado chico de cabello rubio.

Holis, io solo espero que esta vara les esté gustando xd❤️

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Holis, io solo espero que esta vara les esté gustando xd❤️

Obsession; +KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora