Mientras comía, JungKook no paraba de golpetear la mesa con sus dedos frenéticamente. Se sentía ansioso por nada y quería terminar esto con TaeHyung lo más rápido posible.
—Entonces eso, así fue como me rompí el codo—terminó TaeHyung de contar su anécdota de la cual JungKook solo había escuchado la mitad—¿Y tú JungKook? ¿Tienes alguna historia?
—Nah, no creo—dijo el tratando de evadir el tema—Mi padre era narco, mi madre murió de sobredosis, mi hermano mayor es empresario ¿algo más que quieras saber?
JungKook escupió todo en forma de casi un trabalenguas y como si todo lo anterior no hubieran sido los segundos eventos más traumáticos de toda su puta existencia. ¿Los primeros? Pues estaban ocurriendo justo ese día.
—¿Vives con tu hermano?—JungKook fue rápido en negar y mirar a TaeHyung con los ojos un poco más abiertos de lo normal y el semblante serio. JungKook de verdad no podía controlar su ansiedad.
—Vive a unas horas de aquí, vivo solo y trabajo en una cafetería por hoby ya que mi hermano paga la renta—confesó JungKook, quería callar a TaeHyung para poder concentrarse en sus pensamientos ansiosos por un momento.
—¿Te llevas mal con el?
—Es un hijo de puta con dinero ¿Crees que es saludable estar con el? No lo creo—respondió el pelinegro tratando de (ya que su plan de callarlo no sirvió) enfocar su atención en la parla para alejar su ansiedad.
—¿Tienes pareja?—se animó a preguntar TaeHyung, JungKook frunció el ceño. Antes de sentir un cuerpo sobre el suyo, abrazándole por los hombros.
—Claro que tienes pareja, JungKook...—susurró JiMin en su oído, TaeHyung parecía no prestarle atención y seguir enfocado en su pollo frito esperando una respuesta.
—No, no tengo—respondió JungKook, desafiando la palabra de JiMin. Este último pellizcó el hombro del pelinegro.
—No fue buena elección, Jeon...—con eso, JiMin volvió a desaparecer como el humo.
—Oh—TaeHyung sonrió con felicidad—Que bien..digo, espera, no olvida eso—las mejillas de TaeHyung adoptaron un color rojizo—Sigamos hablando de ti...mejor.
—No hay nada interesante sobre mi—declaró JungKook, cosa que no era cierta ya que en el baño casi tuvo una erección por una alucinación. Eso debía ser bastante interesante.
—¿Tus gustos? ¿Algún pasatiempo? Tiene que haber algo, JungKook—TaeHyung río por lo bajo para ocultar lo muy interesado que estaba en JungKook.
—Me gusta dibujar...—dijo Jeon poniendo sus manos detrás de su cabeza, su paciencia se estaba colmando—También voy al gimnasio aveces, miro porno ¿Como y a que hora voy al baño no te interesa saber? Digo, como pareces agente del FBI.
JungKook estaba comenzando a hartarse de la preguntadera de TaeHyung, no era alguien de hablar mucho, y parecía que el castaño hablaba hasta por los codos. TaeHyung retrocedió un poco en su pose sentada y miró un poco sorprendido a un JungKook con el ceño fruncido.
—Lo siento mucho...¿te quieres ir ya?—ofreció TaeHyung.
—Uy si, por favor—JungKook recogió su maletín del piso y lo puso en sus hombros—Vamos.
TaeHyung aún sorprendido por el comportamiento de JungKook, agarró su maletín y caminó con JungKook fuera del establecimiento.
Ambos comenzaron a caminar, por lo mal que le trató, JungKook se ofreció a acompañar a TaeHyung hasta su casa. Vivía a unos diez minutos de edificio así que no habría problema.
El camino fue en silencio, y aunque JungKook estuviera observando el paisaje de la noche, admirando cada estrella tintineante, TaeHyung iba absorto en sus pensamientos preocupados.
—Oye JungKook...—se atrevió a decir TaeHyung.
—¿Mhm?
—¿Estas enojado conmigo?—entonces aún viendo hacia el cielo, JungKook rodó los ojos. El no estaba para soportar estas mierdas de chico adolescente enamorado.
—No, no lo estoy—si lo estaba.
—¿Seguro?
—Si—claro que no, y ya que estaba respondiendo, TaeHyung siguió haciendo preguntas.
—¿Tienes algún crush?—JungKook prefería poner sus respuestas en modo automático y concentrarse en las estrellas del cielo nocturno.
—No—respondió.
—¿Haz tenido pareja alguna vez?
—Si...—respondió el pelinegro, esto ya se están volviendo muy específico.
—¿Por qué terminaron?—segundos después de su pregunta, ambos llegaron a la casa del castaño.
—Haces demasiadas preguntas.
—Tengo mucha curiosidad—TaeHyung levantó los hombros tratando de hacerse inocente. Pero con Jeon no iba a jugar esos juegos.
—Mira, Kim TaeHyung—comenzó JungKook con una sonrisa un como burlona—Te voy a dejar claras algunas cosas. Primera—JungKook iba levantando sus dedos—Creo que deberías bajarle a tu curiosidad, pareces acosador. Segunda, cálmate que no voy a abrirte las piernas tan fácilmente—TaeHyung se ruborizó—Tercero, no creo que ligando de esta manera llegues muy lejos. Y cuarto, un fantasma calenton me anda siguiendo hace unas horas, así que por favor entra a tu casa y déjame ir a resolver mi situación con este hombre. Buenas noches.
Y mierda, TaeHyung no podía decir una sola palabra. JungKook era el ser más abierto de este planeta, y no le importaba si decía algo incorrecto o algo que no debía decir, él lo ia a a escupir si eso decía su cerebro que hiciera. Tal vez por algo no tenía pareja.
TaeHyung tenía tantas preguntas en su mente en este momento, que podría bombardearme al pelinegro con preguntas toda la noche.
JungKook comenzó a caminar en dirección contraria de donde había dejado a TaeHyung bastante sorprendido. Pero un grito llamó su atención.
—¡Me gustas Jeon JungKook!—era TaeHyung a unos metros suyo.
JungKook sonrió, siguió caminando pero esta vez de espalda mirando a TaeHyung.
—¡Muy bien! ¡Ahora ve a tocarte y déjame resolver mis asuntos!—JungKook levantó los brazos en el aire aún con su sonrisa de burla. TaeHyung lloraría esa noche, seguro, pero no era algo que JungKook lamentaría.
Lo único que tenía en mente era arreglar sus asuntos con el chico rubio llamado JiMin.
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