—Buenos días amado anón.—Se detenía unos segundos a analizar lo escrito. En un abrir y cerrar de ojos saco la hoja, seguido de un rápido arrugon y finalmente, un lanzamiento perfecto hacia la basura —¡Y el público enloquece! Todos gritan su nombre, ¡Finn! ¡Finn!— se relata a si misma la pelirroja y risueña chica que dando un fuerte suspiro, se resigna y tira su cuerpo hacia atrás en la silla.
Rascaba su cabeza y luego del pequeño contratiempo, prosiguió a escribir. —Sabes... realmente no soy buena para escribir este tipo de cosas, hola, mi nombre es Jossefin, tengo 22 años y vivo en Holanda, Ámsterdam. Hace tiempo he querido escribirle a alguien de esta forma, porque hey, me gustaría que alguien más leyera mis cartas, ya sabes, aparte de mi misma. —
— ... — Hubo un silencio. Sus ojos giran en sus cuencas y nuevamente toma la hoja para volverla a sacar. Marca un número en su teléfono y se nota el desánimo en su tono de voz. Dos tonadas fueron suficientes y ya le contestan del otro lado —¿Lograste un avance?— Claramente no era una llamada a la abuela para saber cómo estaba la familia. —No lo pude hacer— dijo tocándose la cien.
ESTÁS LEYENDO
Las penas de mi amada Jossefin
Teen Fiction"Necesitas algo anon? Oh... supongo que deberas escucharme si tienes ese tipo de preguntas... Mi nombre es Jossefin, es un placer"