Carta uno de séis

14 1 0
                                    

Sábado 20 de enero, 2018

Hola otra vez. Puedes llamarme Finn por si quieres escribirme de vuelta. Hace poco te hice una carta pensando que no volvería a darme la ocasión, y aquí estoy.

El día de hoy no ha sido de los mejores, de hecho estoy bastante cansada.

Todo comenzó anoche, estaba acostada en mi camarote y mi tía Lorena se encontraba abajo con la sobrina de mi primo (en realidad es de la novia, pero bueno) en una cama individual a un lado. Comencé a sentirme un poco mal y no podía dormir.

—Hey— le dije a lorena dando un salto hacia abajo. —¿Estas despierta?—

Ella tiene 23 años, es la más joven de mis tíos maternos, cuando yo tenia 14 me daba un poco de pena decir que una de mis tías tenia solo un año más que yo, pero ya me acostumbre.

—¿Que sucede?— Me dijo entre abriendo sus ojos y rascándose la nariz, se notaba que estaba aún bajo los efectos somnolientos del sueño. —No puedo dormir— Conteste a su pregunta intentando no elevar tanto la voz, para que no fuera tan notorio mi falta de cansancio. —Estoy aquí— alcanzó a responderme antes de caer dormida otra vez. —Puedo dormir contigo?—

No recibí respuesta entendible, solo un movimiento de cabeza y un balbuceo que yo tome como un "sí". Me puse a su lado y ella me consolaba aún dormida, acariciando mi cabeza torpemente, llegaba hasta mi boca y volvía arriba.

Me dormí de inmediato.

Normalmente tengo muchos sueños vívidos, de hecho llego a ver cosas que me pasaran al día siguiente o en una semana, pero esta noche solo seguí de largo.

—Buenos días pequeña— Me dijo lorena con dos tazas de café en mano, y claramente una era para mi, ya que era un capuccino acaramelado, a un lado tenia el azúcar y un chocolate amargo. —¿Qué hora es?— Pregunté con la voz ronca, con mucha tos de por medio. —Deben ser como las 10 am, pero tranquila, aún estas de vacaciones— Me dijo, relajando completamente todos mis músculos.

Pronto te continuare escribiendo anón, Por ahora seguiré tomando una siesta.

Las penas de mi amada JossefinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora