Love in Silence |COMPLETA|(FanficSS)

No hice nada por evitar el daño que se hizo a sí misma.

|17|

SASUKE 

—Doctora Senju se requiere de su presencia en la habitación 34A.

El alta voz se escuchó a través de los pasillos blanquecinos los cuales nunca pensé volver a recorrer.

Sentado en una fría silla de metal, con los aromas de los antibióticos a mi alrededor observaba un punto específico en la pared mientras veía a las enfermeras ir y venir.

Sakura y Shion habían ingresado al hospital siendo atendidas de inmediato. Por más que traté de acercarme no me permitieron estar con ella, ni siquiera me dieron algún indicio de que fue lo que sucedió. De por qué estaba en esa situación.

Pensamientos dañinos llegaron a mi mente —quizá Shion la había lastimado—. Y, si realmente era así, no se lo perdonaría.

—Vaya no pensé que volverías a este lugar mocoso —una voz conocida me hizo elevar la vista.

La enfermera senil que solía molestar cuando estuve recluido por mi accidente se encontraba frente a mí. La enfoqué sabiendo que mi mirada estaba llena de preocupación, no podía asimilar lo que estaba sucediendo, ni siquiera tenía ánimos de molestarla como la última vez que pisé el hospital.

—¿Realmente eres tú?—cuestionó —. Te ves tan deprimido.

—¿Sabe algo sobre el estado de Sakura?—pregunté arrebatadamente haciendo caso omiso a su comentario.

Suspiró y tomó su tabla de apuntes indagando mientras las hojas cambiaban una a una y mis ojos se clavaban en el lenguaje de su rostro; pensaba que tal vez de esa manera podría averiguar algo. Pero una línea recta era la que estaba dibujada en su boca.

—Todavía no pasan un informe contundente. Será hasta que llegué el señor Haruno que podremos dar los pormenores de la situación.

Agaché el rostro a mis manos que estaban sobre mis piernas, seguía temblando.

¿Qué esperaba?

¿Qué rápidamente las enfermeras me dieran el diagnóstico de Sakura?

Ella y yo no teníamos relación alguna, no podía exigir un derecho que no tenía.

—Pero no te pongas así niño, todo va a salir bien. Sakura es una chica fuerte.

Seguí ignorando a la enfermera escuchando al fondo sus pasos alejarse poco a poco. El resto de las personas transitaban entre platicas animadas, ajenas a lo que yo estaba experimentando en ese momento. 

Un par de pasos se escucharon cercanos a mí.

—Señor Uchiha.

Una voz grave que había escuchado hace ya un tiempo me estremeció. Quité la vista de mis manos y giré el rostro para ver al padre de Sakura, Kizashi Haruno.

Quien se encontraba de pie frente a mí, con una expresión neutra.

Ninguna palabra salió de mi boca.

Observé a su lado a una mujer de edad madura de expresión bastante seria, su cabello era de un tono rubio y sus ojos color miel, se encontraba garabateando algo en su tabla de apuntes. El simbolismo de profesionalismo que denotaba su bata blanca me dejaba sin ninguna duda de que ella era una doctora del hospital.

—Me han informado que usted llegó hasta aquí acompañando a mi hija —espetó el hombre de porte inigualable—. Quisiera saber la razón de por qué se ha tomado tal atrevimiento.