Love in Silence |COMPLETA|(FanficSS)

Ella no lo sabía pero era dueña de mi corazón desde hace mucho tiempo

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SASUKE

—¿Tiene pase?

Un tic a causa de la exasperación me comenzó a dar en el ojo derecho ante las palabras de la recepcionista, quien me negaba el ingreso al hospital. Los teléfonos resonaban al fondo de manera molesta.

—No. No tengo pase —dije con los dientes apretados —, y no creo que sea necesario. Si habla con la jefa de enfermeros del tercer piso ella le hará saber que me es permitido visitar a la paciente Sakura Haruno.

—Lo lamento. Pero sin pase no puedo dejarlo entrar.

Dicho esto se giró y contestó el teléfono ignorándome por completo.

Rechisté mascullando unas cuantas maldiciones mientras me daba la vuelta con intención de abandonar el edificio. Sakura seguía en ese lugar, así que después de salir de casa de Suigetsu me dirigí al hospital para saber cómo estaba. Eso era lo único que quería, saber que estaba bien.

Di unos cuantos pasos por la sala de espera, dispuesto a irme después de mi infructuoso intento por entrar, cuando choqué contra alguien y sin querer unos cuantos papeles cayeron al piso.

—Lo lamento venía distraído.

Me excusé al momento de agacharme para recoger los papeles sin ver con quien había coincidido.

—Uchiha, ¿cierto? —preguntó aquella mujer con voz imponente.

Mi vista se dirigió a ella, en donde unos ojos color avellana me observaban. Tsunade Senju, la misma doctora que había visto con Kizashi Haruno se encontraba frente a mí con el rostro imperturbable.

Terminé de acomodar los papeles y una vez de pie se los di. La mujer bien podría tener cuarenta años pero aparentaba menor edad, era muy atractiva, aunque parecía ser de esas mujeres obsesionadas con hacer ejercicio y seguir un plan alimenticio.

—¿Vienes a ver a Sakura? —cuestionó sin verme terminando de acomodar sus cosas.

—Eso pretendía —aclaré lanzando una mirada por mi hombro. La mujer del mostrador seguía abstraída con el teléfono al oído.

—Ven conmigo —la doctora comenzó a caminar y yo por ende la seguí.

Aunque no pude evitar darle una sonrisa victoriosa a la recepcionista cuando pasamos junto a ella, quien masculló un par de maldiciones por debajo al verme pasar siguiendo a Tsunade Senju.

—¿Cómo está ella? —pregunté mientras seguía a la doctora de Sakura.

—Ah, bien —dio una vuelta por el pasillo y en vez de dirigirse al tercer piso entró a un consultorio, quedándose en la puerta. Yo me detuve en la entrada dispuesto a seguir mi camino y alejarme de ahí, pero su mirada penetrante me lo impidió —. ¿Piensas quedarte ahí?

Con pasos lentos crucé el umbral de la puerta, la doctora cerró tras nosotros pasando a un lado de mí para ir directo a su escritorio.

El lugar era demasiado sobrio.

Sus títulos estaban enmarcados en la pared frente a nosotros. No tuve tiempo de fisgonear pero tenía bastantes especialidades y subespecialidades. Diplomados y cursos.

Al lado izquierdo se encontraban un gran anagrama sobre el sistema circulatorio.

«Especialista en hematología »

Alcancé a leer en la placa sobre su escritorio.

—Así que estás enamorado de Sakura —afirmó sin titubeo sentándose en la silla detrás de su escritorio y extendió la palma de la mano dándome a entender que me sentara en la silla frente a ella, cosa que no hice. Sus palabras habían sido tan repentinas que casi me atraganto con mi propia saliva.