Just Alex

Capítulo 1: Concursos y sorpresas

Eran las doce y yo todavía seguía observando, el frío y distante ambiente que se notaba por el barrio era cada vez mayor, la gente ya no se saludaba, ni se dirigía la palabra, los niños ya no jugaban en la acera y los padres ya solo salían a la calle para subirse al coche y desaparecer. En todo el tiempo que llevo aquí no he visto que la gente tuviera tanto miedo, al menos hasta que...

Digamos que ya no se podía confiar en nadie, nunca más.

Bueno, cambiemos de tema.

Al llegar al instituto la mañana siguiente oí como alguien me llamaba, en seguida deduje quien era, no era muy popular que se diga.

-¡Alex, Alex!- me giré y acerté, era Marta García seguida de Jack Jordan, mis mejores amigos.

-¿Si, J.J?- a él no le gustaba que le llamarán así. Pero a mi me gustaba fastidiarle.

-¡Qué no me llames así!- yo reí -lo haces para fastidiar, ¿verdad?-

-Quizá...- volví a reír. Yo era alguien alto no tanto como mi amigo y al contrario que él practicaba un deporte que consistía en subir y bajar las escaleras de mi casa y correr para no llegar tarde a clase, ah y también la hora de Educación Física en el instituto, desde luego era todo un atleta. No entiendo porque dicen que soy sarcástico.

En resumen, se acercaron a mí para decirme una noticia un tanto esperada,

-Alex el director está buscando a alguien para- la interrumpí

-Ir con él a la conferencia de periodismo de Nueva York y ha organizado un concurso para encontrar a los dos mejores escritores del instituto, solo hay que mandar un correo al director con el artículo adjuntado- paré para respirar- Si, lo sé. Me he adelantado a vosotros. Ya tengo mi artículo escrito y enviado. – J.J se apoyó en mi

-Si has terminado, ¿podemos irnos a clase?- Marta rio y J.J la siguió

-Me ofendéis- Me acerqué a mi taquilla y la abrí. Hacía dos semanas que el segundo trimestre había comenzado y este trimestre había llegado una chica nueva que trabajaba en el periódico escolar, por cierto, hablando de la reina de Roma...

-Hola Alex, ¿te vas a presentar al concurso del director? Me han dicho que te gusta escribir o ¿me equivoco?-

- ¡Hey! De hecho, si, tus fuentes no se equivocan. ¿Y tú McAllister?–

-Por supuesto Martins- dijo la rubia que cerró su taquilla la cual estaba al lado de la mía. Me quedé mirando cómo se iba por el pasillo mientras me apoyaba en la taquilla.

El resto del día fue bastante aburrido hasta que salí del instituto junto a Jack, para ir a mi casa, pero cuando llegué a ella, algo me tomó por sorpresa. Un individúo se me tiró encima y empezó a lamerme la cara, cuando abrí los ojos y me di cuenta de que era un perro, esperad, ¡Un perro!

-¡Un perro!- grité

-Hola- dijo mi hermana

-¿Qué hace esto aquí?- dije frunciendo el ceño

-Florecilla no es "esto"- dijo cruzándose de brazos

-Cámbiale el nombre- ordené

-A mí me gusta Florecilla- cambió su mirada de mi a Jack- ¿qué opinas Jackie?-

-Piensa otro nombre Addie- Sugirió Jack

-¿Qué te parece....?- dijo mientras se ponía la mano en la barbilla

- Quiero galletaaaaass- dijo una voz detrás de mí

-Ahora voy Andy- dije mientras Addie seguía pensando-¿te queda mucho? Es que tengo que ir a darle a Andy sus cookies.- dije dirigiéndome a mi pequeña hermana.

-Ya está, se llamará Cookie- dijo mientras saltaba

-¿Pero qué hace aquí?- pregunté

-Se lo regalé yo- Mi abuela bajó las escaleras y se acercaba a mí para abrazarme.

-¡Ratoncito!- gritó mi abuela que abrió los brazos para que le abrazara.

-Hola abu, ¿Ha venido también el abuelo?-

-Si, está arriba echándose una siesta, por cierto, ¿Te gustó el regalo?-

-Eeeh si, claro, es muy ¿mono?-

-¡Ay que mayor está Jackie!- gritó mi abuela mientras corría a abrazarlo -¿Sigues jugando fútbol americano?-

-¡Si, señora Martins y yo también me alegro de verla- oh oh la ha llamado señora Martins, ¡corred todos!

-No me llames así llámame Adelaide, bueno os dejo trabajar- mi abuela se fue a la cocina

Jack y yo echamos una carrera hasta mi habitación y como siempre ganó él. Jack se fue y a la media hora alguien llamó al timbre.

-¡Abro yo!- grité desde las escaleras

-Hola Alex, te traigo a una bella princesa y a su lindo corcel- dijo Marta, mientras miraba a mi hermana que llevaba a Cookie con su correa. -Por cierto, ¿y eso de que tienes perro?-

-Lo trajo la abuela- dijo Addie -¡Ah! Y soy una princesa guerrera

-¿Addie ya te has vuelto a escapar a casa de Marta? Es la cuarta vez en dos semanas- dije yo- Pasad las dos, si queréis, claro- hice una reverencia y me hice a un lado.

-Gracias- dijo Marta -¿Sabes qué? ¡HAS GANADO EL PRIMER VIAJE a Nueva York! Lo han publicado en la web del insti. Y como tu mejor amiga te pediré que me traigas algo de por allí.

-¿Qué? ¿En serio? ¡SI!- me puse a bailar y Marta se unió a mí y al final hasta mi abuelo bailó con nosotros.

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Quizá llegue un poco tarde, pero feliz viernes! Ya tenéis capítulo. #viernesdeJustAlex