Cuando me haya ido

Capitulo 1.- Conocernos.

Mi memoria me llevaba al momento en que la conocí, la más hermosa persona que he visto caminar en toda mi vida, era como una mezcla de torpeza y lindura al mismo tiempo:

9 meses atrás:

Estaba sentada en un café, leyendo un libro, y por un momento me olvide de Ally, estaba perdida en el nuevo título que había comprado recientemente: “Las ventajas de ser invisible”, de pronto mi amiga, sentada justo a mi lado con un café a la mitad y una enorme galleta me golpeo en el brazo, hacia eso casi siempre, o al menos cuando una chica linda entraba por la puerta, un año atrás le había dicho de mi gusto por las mujeres y lo había tomado muy bien, ahora pensaba que cualquier chica era mi “tipo”.

-No, Ally, no todas las que entran por esa puerta son mi tipo…-levante la vista y vi a esta chica, no la vi realmente, fui directo al libro que ella estaba leyendo, “Looking for Alaska” de John Green, ¿Puedes enamorarte del libro de alguien más? , tal vez nuestro primer beso no fue realmente el contacto de nuestros labios, ni la primera mirada, sino el libro que ella estaba leyendo, nos besamos con palabras.

Una canción comenzó a sonar en el lugar, era la canción perfecta en el momento perfecto, y la vi susurrar cada una de las palabras, reconocí la melodía y todo fue en cámara lenta, como una de esas películas viejas, solo faltaba el aspecto en blanco y negro.

-Entonces… ¿Ella es tu tipo?- pregunto la voz a mi lado.

Lo pensé por un momento, mientras la vi ordenar un café frio mientras llovía afuera y la mayoría de las personas tomaban algo caliente.

-Estoy enamorada- comente como un reflejo.

Me levante y no deje que Ally me dijera ninguna palabra.

-Ho…Hola- tartamudee sentándome frente a ella -¿Está ocupada esta silla?-

-No realmente, mucho menos si estás leyendo ese libro- sonrió apuntando a lo que llevaba en la mano, y lo había olvidado por un momento.

Sonreí.

-Oh, es bueno que te hayas sentado aquí, me alegra no parecer muy ruda- su tono me hizo lanzar una risa al aire.

-Bueno, eres muy graciosa, y creme que ese libro, no es muy intimidante-

La mire a los ojos, y tome su mano, nunca había sido así de rápido con nadie, no desde…

-Tienes unos ojos hermosos-

-Los tuyos lo son aún más- entrelazo nuestros dedos, “Mariposas, Mariposas” pensé sin dejar de mirarla.

-Vas a pensar que soy una persona atrevida- soltó mi mano rápidamente y de pronto extrañe sus dedos en los míos.

Iba a negar lo que acababa de decir, pero su teléfono sonó, y no puede decir nada más.

Colgó un par de minutos después de decir solo un poco de palabras, “Si, Claro.” “Lo siento”, “Es mi culpa, por seguro”, me pregunte qué clase de culpa podía tener una muchacha tan linda como ella.

-Tengo que irme, tal vez podemos vernos después- dijo algo apurada, mientras tomaba una pequeña mochila, con la que no la había visto entrar.

-Oh, claro, nos vemos después- no puede esconder la decepción en mi voz, ella se detuvo y miro por la ventana, estaba lloviendo afuera, y una pequeño auto amarillo se había detenido frente al café.

-Eres muy hermosa, y estoy segura de que el destino volverá a juntarnos pronto…-

Y me quede sentada ahí, viéndola salir, mojo su cabello y entro en el pequeño auto, no vi quien era, no pude, ella había dejado su café en la mesa, y media galleta, los levante resignada, había olvidado preguntar su nombre…un papel cayó al suelo cuando levante la taza, “Camila Cabello…”

Me desperté, el sol estaba en mi cara y la otra parte de la cama estaba vacía, una voz cantaba en la cocina y una tenue canción estaba siendo tocada en el fondo de la habitación…”Lana del Rey” pensé mientras me estiraba. Salí de la cama, no vi el reloj, pero apuesto por el olor a la comida que era medio día, la Pizza y el olor a cigarro viejo que había dejado Normani la noche anterior se combinaban en el aire, como una sola cosa, Camila bailaba al son de una canción que escuchaba en sus audífonos, amaba eso, que pusiera música para que me levantara en las mañanas, comencé a reír al verla mover las caderas mientras lavaba los platos, me recargue en el marco de la puerta y puedo jurar que nunca había amado tanto a alguien jamás.

-¡Oh por Dios!- ella grito quitándose ambos audífonos-Mi amor, no vi que estabas parada ahí, ¿Cuánto tiempo tengo poniéndome en vergüenza a mí misma?-

-¿Cuánto tiempo tenemos saliendo más o menos?- reí y la atraje hacia mí.

Puso sus brazos sobre mi cuello y coloco un beso en mi mejilla, paso sus dedos por justo debajo de donde estaba mi “Collar Bones” como Camila le decía, letras grandes o al menos de más de 3 centímetros estaban marcadas en mi piel para siempre, “C.C”, sonrió.

-Nunca entenderé porque lo pusiste en este lugar-

-Bueno señorita Cabello- Bese su nariz-Cerca de mi corazón, es donde debe estar tu nombre-

Sonrió, cuando alguien toco la puerta del pequeño departamento.

-Yo abro, ve a comer tu Pizza ahora- dije dándole un golpe en el trasero.

Camine de la cocina a la puerta, la abrí, y ahí estaba el.

“Keaton” Susurre casi sin aliento.