07-Purple de descubrimiento

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Gracias a su fuente confiable de información personal andante, que responde al nombre de; Boo Seungkwan o Tu-Gloriosa-Diosa.

Podría conocer al tal mencionado ‘Hansol’, lo que le tenía ansioso ya que podría avanzar en su investigación sobre la identidad de su admirador.

Aunque siendo sincero, ya se estaba dando una idea de quién podría estar detrás de aquellas bellas cartas y si estaba en lo correcto no podía evitar que sus latidos se aceleraran igualando la velocidad de un tren en movimiento o de un chico corriendo al ver a su madre agarrar la temible chancla.

Está semana sólo tenia dos objetivos, Uno; Aclarar las cosas con Joshua y Dos; conocer a la única persona aparte de él, que fue nombrado en las cartas.

Tal vez Hansol, o Vernon como lo llamaban, sería la única persona que le ayudaría a descubrir al autor tras la tinta.

Ya las clases habían culminado y era viernes, lo que significaba que tendrían un tranquilizador fin de semana pues acababan de pasar por los rompecabezas de los parciales del año y esperaba tener buenas calificaciones. Están seguro que su tutoría con Jun daría buenos frutos.

Caminaba por la cera junto a su isleño amigo, se dirigían a casa de Vernon pues debido a la ausencia de uno de los profesores esté se había marchado temprano a casa y si querían verlo no había de otra que ir y visitarlo.

No sabía como rayos Seungkwan sabía su dirección pero eso era lo de menos, últimamente notaba a su amigo ido, como en las nubes, suspiraba muy seguido, distraído. Después hablaría bien con él para llegar al fondo de todo.

Su vista estaba clavada en el suelo que pisaba sus pies, tenía la cabeza gacha debido a dos cosas.

La situación con Joshua seguía igual, parecía que el castaño había desaparecido de su vida para volverse el chico invisible nuevamente, realmente estaba apunto de colgar avisos de SE BUSCA por todo el instituto ya que a cualquiera que le preguntará, nadie lo había visto, y algunos, para su disgusto muchos, aseguraban desconocer aquel nombre.

Ni siquiera había asistido a las últimas reuniones del club de música. Lo sabía porque le había preguntado al líder de éste; JiHoon. Un enano chico con actitud demoníaca y novio de último grado.

Y la otra cosa era que hoy, siendo viernes, no recibió su carta semanal. No supo percibir en que instante se había vuelto tan dependiente de aquellos pulcros trozos de papel.

Se sentía pésimo y sin ánimo alguno, pero este no era el momento de resignarse.

Los dos chicos llegaron a su destino, la casa del americano.

Éste los recibió con una sonrisa y los invitó a pasar con cordialidad, se presentaron y los tres tomaron asiento en la sala. Por lo que se veía el menor vivía solo.

Conversaron unos minutos hasta llegar al tema de principal interés.

—Yo me preguntaba si...—inició el mayor de todos ahí presente, rebuscando algo en su mochila. En cuánto la encontró se la extendió al dueño de la casa—¿Conocías esta letra?—preguntó extendiéndole una de las cartas.

Vernon ojeó la letra detalladamente y una sonrisa comprensiva se instaló en su rostro.

—Vaya, hace mucho que no escribía a mano. Desde que descubrió ese tal “wattpad”, lo hace todo electrónico—Mencionó lo suficientemente alto para que los restantes escucharan— Pero no me quejó, ahí se hayan muchos fics KaiSoo.

Los mayores arquearon una ceja en confusión ante la última confesión, más dieron caso omiso a sus palabras.

—Entonces... ¿Reconoces la letra?—Interrogó SeungKwan curioso.

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