Alejandro.
Me levante al lado de mi princesa y fui a despertar a los demás.
Tomamos maletas y empezamos a empacar lo necesario, ropa, baterías, linternas, comida, botiquines, cuchillos y demás cosas que pudieran sernos de ayuda.
En la Range estábamos Mike, Rachell, Amy, Jake y yo y en la Ford de los padres de Amy iban Sam y April.
El camino fue risas, anécdotas y coqueteos por parte de Rachell hacia Jake lo cual lo ponía incómodo. Las calles repletas de Zombies, parece irreal. A lo lejos vi un pequeño súper mercado y le indique a Sam que estacionara.
- Vuelvo en un momento, tal vez haya algo que pueda ayudarnos.
- Okey, los esperamos aquí.
Golpeé el vidrío de Sam y le indiqué que bajara. Tomamos nuestras Glock y entramos silenciosamente. No había sonido, no había nada, los estantes un poco desordenados pero aún había bastantes suministros. Se escuchó algo caer de un estante. Quitamos los seguros de las armas y caminamos al lugar del cual provino el ruido.
Apuntamos y vimos a una chica de nuestra edad, con ropa deportiva, el cabello desordenado y una maleta a su lado, y al igual que nosotros, llevaba un arma en sus manos y nos apuntaba.
- Baja el arma. –Dije poniéndole el seguro de nuevo y llevando el arma a mi pantalón.
A decir era linda. Era morena, su cabello rizado y un bonito cuerpo. Tenemos pareja para Jake. Esperen... Cierto que tiene novia.
- ¿Quiénes son ustedes?
- Tranquila, no te haremos nada, te ayudaremos. – Me miró y bajo el arma lentamente. – Soy Alejandro y él es Sam, ¿Cómo te llamas?
- Soy Maddison, pero pueden llamarme Maddie.
- Es un gusto conocerte.
- El gusto es mío. Y díganme, ¿Son los únicos aquí?
- Oh, no. Afuera hay amigos nuestros. En camionetas. Y nos dirigimos a una base militar, ¿Gustas acompañarnos?
- La pregunta ofende. – Respondió riendo.
Nos contó que salió a hacer deporte un rato y empezó a ver todas esas cosas. Llevaba un bolso demás dentro de su maleta así que pudimos guardar más cosas allí.
Maddie se fue con Sam y April. Entre más, mejor.
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Walking With Zombies
Science FictionNo puedes creerlo hasta que no conozcas nuestra historia