15. ¿Pronósticos o canciones?

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—No te atrevas—musito, pero Joel me lanza una bola de lodo y ríe, la esquivo—pendejo

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—No te atrevas—musito, pero Joel me lanza una bola de lodo y ríe, la esquivo—pendejo.

Corro lejos, y este, no me sigue, lo único que hace es, buscar otra víctima a quien ensuciar.

Estamos bajo la lluvia, es lo único que nos queda si no queremos morir de aburrimiento. Destiny a desaparecido desde temprano y pues, nadie a objetado el hecho de fue con Dereck, después de lo que paso en la casa antes de venir, no me asombra. Pero se,  que mas de uno quieren sus 20 dolares. Además de mí claro.

Bendita naturaleza por llover el día de hoy.

Pero maldigo a la chica de pronóstico por decir que seria soleado. Aunque, no es tan malo, pero aun así, puta seas chica del pronóstico.

Corro la mirada en busca de el individuo mas exasperante que puede existir. Creo que saben a quien me refiero. Este aparece en mi campo de visión, se encuentra a lo lejos del pequeño grupo, con la mirada perdida en el cielo. La lluvia sigue cayendo a cantaros y hace un ruido sordo a causa de las risas que hay alrededor. Su cuerpo esta súper empapado, aunque se encuentra protegido por lo arboles . Decido acercarme lentamente, para no espantarlo. Troto un poco, por la distancia, a lo que choco con Ares que lleva a Mady cargada y empieza a dar vueltas, después de disculparse conmigo, y esta grita que se rinde.

Tórtolos.

Llego a su lado—¿Qué te pasa Kylecito?—bromeo poniendo me delante para poder verlo.

Sonríe—¿Kylecito? ¿Enserio?

Me hago la ofendida—Pues muerete entonces.

—¿Quién fue la que vino a dónde estoy ?—inquiere cruzándose de brazos.

Lo miro mal.

Trato de ser amable y mira como me tratan.

—Vete al demonio—comienzo a caminar.

—No te molestes Annita—me detiene tomando me los hombros.

—Ni ti milistis innita—repito y golpeo su hombro.

—Tranquila—se queja.

—Trinquili.

—Trinquili—me imita.

Lo miro mal.

Me mira mal.

—Deja de imitarme.

—Deja de imitarme—chilla.

—Yo no chillo—afirmo indignada.

—Oh si, claro que chillas.

—Que chistoso—ironizó.

—¿Tengo cara de payaso?—pregunta.

—No—sonríe—.Pero si de idiota.

Su sonrisa se ensancha.—Bueno, al menos no de payaso—habla orgulloso.

El Lago |Pausada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora