C a p í t u l o 9.

3.1K 338 536
                                    

*Narra Finn*

Creo que es el único momento en mi vida en que he sentido todo mi cuerpo arder de celos.

En mi casa se encontraba un chico muy, muy guapo. Es alto, como de mi estatura,  delgado, tez pálida, bonitos ojos azules y estaba abrazando a Jack. Mi Jack.

-¿Quién es él?.-Dije en tono seco tratando de separarlos de aquel cariñoso abrazo que se estaban dando y que por cierto, me hizo enojar muchísimo.

-Jaeden, mi mejor amigo. Va a la escuela con nosotros en Los Ángeles- El ojiazul me dedicó una amable sonrisa.

A Jack se le notaba demasiado entusiasmado ante la llegada de su "mejor amigo", traté de fingir que no me importaba, pero era imposible. Podría jurar que aquello que tenían era todo menos una amistad.

Todos nos encontrábamos en la sala, mi hermana, mi prima, Jack y el idiota de Jaeden se sentaron juntos y conversaban, intercambiaban miradas coquetas, sonrisas, como la primera vez que platiqué con Jack. Yo sólo permanecía en silencio, observando.

Después de unos minutos, Jaeden posó su mano en el brazo de mi pequeño Jack y murmuró algo en su oído, no pude escuchar de que se trataba por la distancia a la que estaban, pero ambos se pusieron de pié.

-Volvemos en un momento.- Anunció Jack, observándome con nerviosismo. Sabía que yo estaba mal, celoso y ni siquiera parecía preocuparle.

Pero juro que desde el momento en que llegue Sadie, me vengaré.

*Narra Jack*

No puedo creer que Jaeden esté aquí, Ellie puede ser odiosa, mandona y una tonta adolescente pero daba muy buenas sorpresas.

Al observar a Finn, noté su mirada de molestia, la presencia de Jae no le agradaba mucho. Eso era seguro, pero yo estaba feliz de que él haya venido a Canadá.

-Jack, bebé. ¿Podemos salir un momento?.- Murmuró en mi oído. Miré con miedo en dirección a Finn, quien permanecía callado a comparación del resto. Me miraba como advirtiéndome que no lo hiciera. Pero qué más da, él no es mi padre para ordenarme.

Ambos nos pusimos de pié y caminamos hacia el pequeño jardín de la señorita Angela.

-Volvemos en un momento.- Sophia y Ellie sólo asintieron y siguieron en lo suyo, pero Finn nos miraba intimidante.

Jaeden tomó mi mano con delicadeza cuando estuvimos lejos del resto y ambos salimos.

Hacía mucho frío a fuera, por lo mismo casi no había flora, pero era un lugar solo y muy bien cuidado. Nos sentamos en el césped uno al lado de otro.

-¿De verdad me extrañaste?.- Dije con curiosidad.

-Cada segundo que pasaba. Ha sido un mes muy solitario y triste para mí, sólo tú sabes hacerme sentir bien.- Pasó su suave mano por mi rostro, me estremecí ante el contacto. A cada segundo que pasaba se acercaba un poco más a mí.

No podía hacerle esto a Finn, aún nos quedaban dos meses juntos y no podía traicionarlo.

Con un gesto amable aparté su mano de mi rostro. Creí que si viviría con nosotros, debía al menos saber lo que estaba pasando, él no le contaría a nadie mi secreto, pero no sé cómo tomará mi "relación" con Finn.

-Jae. Sabes que te quiero, tuvimos algo muy bonito, pero yo ahora...

Antes de que pudiese terminar de hablar, Ellie como siempre, importunó el momento y llegó gritando a donde estábamos.

-Chicos, mamá trajo pizza.- Ambos nos incorporarnos para dirigirnos a comer. Ni siquiera habíamos desayunado.- Ah y llegó Sadie. Vengan a saludarla.- Al escuchar esto rodeé los ojos. Pero estaba tan feliz que ni ella podrá hacerme sentir mal hoy.

56 Noches A Tu Lado.| FackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora