Querido diario:
A pasado una semana desde que descubrimos la posibilidad de volver a "estar juntas" pero realmente nada cambio, aún soy su juguete de repuesto.
Es cierto que yo extraño más que nada la compañia y seguridad que solo he vivido con ella, pero el precio me parece muy alto.
No estoy dispuesta a tirar a la basura todas las lagrimas, todas las horas que me a costado dormir, por la ausencia, todas las horas que me ha costado conceguir esta efimera paz que tengo ahora.
Sí, es cierto, aun le amo, sí, es cierto, aún me duele, sí, es cierto, parece que siempre le amare. Pero el corazón se ha recompuesto, el dolor se ha enfriado, la herida ha dejado de arder, la vida ha dejado de girar en torno a ella.
Todo ahora esta listo, para un nuevo inicio. Pero si los personajes y los secretos y los conflictos son los mismos, ¿cambiará la historia?.
Yo, más que nada, quiero sentirme amada, respetada, segura, y creo que es el momento, creo que estoy lista, pero ¿con ella?... no.