Mi Manager ||CAMREN||

4.

NARRA CAMILA.

Sin duda New York era una ciudad impresionante, me encantaba venir aquí, y más cuando podía darme unas "vacaciones". Aunque vine para ir a Scar Record's traje a mi mejor amiga y asistente personal, Dinah.

Quizás no fue una buena idea.

Quizás si.

Estuvimos el día entero de aquí para allá, comprando ropa y firmando autografos. ahora, son las once de la noche y estoy más allá de agotada en la habitación del hotel.

Lauren. De alguna manera la ojiverde no ha salido de mi cabeza en un solo momento, sólo de pensar en su cabello sedoso, de lo ruda que parece pero lo dulce que puede ser y..

Vale, estoy divagando.

El punto, es que, ella es una mujer.. y vaya mujer.

Y aunque casi tenemos la misma edad, una de las desventajas de mi trabajo es que me siguen considerando una niña.

Piensan de entrada a mi imagen, que soy malcriada o borde, que los trato al margen o que simplemente no estoy para llevar algo serio.

Y vaya que ha sido un problema.

Pero aquella tarde con la ojiverde había sido casi mágica, era como si la conociera de toda la vida.

Es la sensación cuando sientes que conectas con esa persona y que ella lo hace contigo, es, especial.

Una molesta melodía me saco de mis pensamientos. Revise el teléfono.

Lauren.

Hablando del rey de Roma.

-Lauren?- contesté.

Lauren: ¡CAMZI! Como estas? Hip - salto- com-o está la m-mujer más t-alentosa y her-hip-mosa de la tierra-a?

Me llamo hermosa.

Basta Camila, esta más allá de borracha y tu con tus sentimientos adolecentes a flote.

- Lauren, estas bien? Donde estas?-

Lauren: estoy b-ien, bueno, una mierda eso de encontrar a tu no-via a punto de follarse otra -hip- tia en tu propia cama, no? Pero p-puede acumular su mierda en otro lugar.- Arrastro.

Su novia la engaño? Se supone que cumplían un año.

-Lauren no entiendo nada, por favor dime donde estas.

Lauren: estoooy..  No se donde estoy- voces femeninas se escucharon de fondo. - estoy en el Jungle bar's de la quinta aven-nida.

- No te muevas de ahí.- colgué.

Casi como un rayo estaba cambiada y en el lovie pidiendo un taxi en recepción.

Fantástico, ahora tengo que recoger a la chica que me roba el aliento de algún bar donde bebió hasta casi perder la conciencia porque su novia la engaño.

Vaya rollo.

Pague al taxi y entre al gran imperio.

Había muchas luces que me cegaban, nada del otro mundo, el sudor y el alcohol impregnadas en el aire, gente bailando, gente en el suelo o apuntó de tener sexo en una esquina. Lo típico.

me acerqué no demasiado a las mesas, nada. Fui a la barra, nada. Termine en las últimas mesas cerca de los baños, la ultima mesa tenia una sola persona y al rededor de tres botellas, una de Vodka y dos de Bucanas.