Mi Manager ||CAMREN||

7.

RÍO DE JANEIRO, BRASIL.

NARRA LAUREN.

Decir que estaba feliz se quedaba jodidamente corto. Después de lo "acontecido" hace unos días prácticamente la sonrisa no se habia borrado de mi cara. Y aunque, aún, no éramos novias oficiales yo planeaba pedírselo pronto. Por ahora solo.. lo estábamos intentando y aunque han pasado escasos dos días y poco más, siento que podría amarla toda una vida.

El Tour por Latinoamérica estaba ya en su recta final, hoy, concluyeron las actuaciones de Río, mañana iríamos a Sao Pablo para otras dos .

Aún se nos hacía un poco raro las muestras de afecto puesto que oficialmente no teníamos una relación, aparte, de que Camila no era abiertamente bisexual como se consideraba, y al ser una superestrella a la cual los paparazzis seguían a todo lugar, había que tener el doble de precaución por lo menos hasta que ella decidiera dar el paso al hacerlo público.

Yo directamente e sido lesbiana desde que tengo memoria.

Nunca -No me acepte- pues, mi hipótesis es que mi heterosexualidad se quedó con mi cordón umbilical, y nisiquiera se porque lo toman con tanto apuro. ¿Que problema hay si se aman? Amor es lo que necesita este mundo, y por toneladas! Sin importar si es igual a ti.

Entre de nuevo al camerino, Camila se estaba quitando el maquillaje y como siempre, estaba en su ropa deportiva, descansando de el vestuario. Yo, por mi parte, le llevaba unos cuantos chocolates.

Entre silenciosamente por el camerino, por detrás de Camila poniendo mis manos en sus ojos mientras ella sostenía su teléfono vagando por su Instagram.

Al principio se sobresalto y palpo rápidamente mis manos, relajandose.

Camila: Venga ya, Lauren.- Gruñi.

Se dio la vuelta en su silla giratoria sonriendome.

-Te apetecen unos chocolates estrellita?- Le mostré aquella caja de Ferrero Rocher y sus ojos se iluminaron casi arrancandomela de las manos.

Camila: ves porque digo que eres perfecta?- Dijo ya poniendo uno en su boca.

Recién ayer en el avión hacia aquí le contamos a Dinah y a Normani, Normani estaba bastante emocionada por nosotras y Dinah sólo estaba como "Bah, ya lo sabia" sin embargo, sabia que estaba feliz.

Dinah dejo de ser asistente personal de Camila, dijo que comenzaría a hacer una carrera de enfermería, quería hacer algo real y su familia estaba más que feliz por ella al igual que nosotros. Dinah ya tenía mucho dinero ahorrado de lo mucho que le pagaba Camila y cuando no estaba comprando discos de Beyoncé al parecer, guardaba ese dinero para su carrera. Además de que con este trabajo estaría más lejos de Mani y ahora,me dijo que yo le sacaría más provecho a ese puesto. Por ello, ahora además de mánager soy asistente personal de Camila.

Y me gustaba, a decir verdad , cuando no estaba con cosas de la gira estaba en el teléfono arreglando algún otro pendiente en la disquera, pero por estos meses consistían en poner sumo cuidado a Camila, su álbum y las entrevistas, M&G, conciertos, firmas, etc.

No me quejaba, digo, no todo el mundo tiene el honor de atender a la gran Camila Cabello.

Pero más que la estrella, me encanta la Camila sencilla, la que iba con un camisón blanco y lentes todo el tiempo, que comía como si no hubiera un mañana y no le importaba reír hasta que los vecinos la escucharán.

La morena ya se había acabado la mitad de la caja, la guardo para pronto dirigirnos al hotel.

Cuando íbamos saliendo, discutiendo que país había sido el mejor Camila recibió una llamada, la que traía el comienzo de un problema.