Percy Creeve tiene la misma edad que yo.Lo unico que se de el es su nombre y su edad (17).Pero,por alguna razón, queria saber mas de el.
Toque su puerta y me abrió.
-Hola.- Me saludó tímidamente.
-Hola.- Le sonreí.
-¿Que pasa?
-Nada. Solo... quería hablar contigo. Para pasar el rato.
-Como quieras.- abrió la puerta y me hizo una seña para que pase.
Entré. Su habitación era igual a la mía. Los mismos colores y dibujos en las paredes. La única diferencia era su habitación. Tenía un estante lleno de libros viejos. Pero no como los míos.
Estos libros tenían títulos de los cuales nunca había oído hablar. Uno de esos títulos se llamaba "El Corazón Delator" y su lomo me llamaba mucho la atención.
-¿Te gusta leer?- le pregunté.
-Sí. Los traje de mi casa- me explicó.- Los libros, claro. Mi padre los encontró en una cabaña abandonada, en las afueras del distrito. Me los leía de niño, y quería leerlos en estos días, antes de entrar a los juegos.-Se lo notaba triste, al borde del llanto, pero cambió el tema antes de que la primera lagrima caiga.-¿A ti te gusta leer?
-Si. Pero otro tipo de libros. Libros sobre el mundo antes de la guerra que nos llevó al capitolio y a los distritos. Y mucho antes de los juegos.
-¿Y de que te sirve saber como era todo antes de esta mierda?- Preguntó, con el tono de voz bastante alto.
-Me sirve para lo mismo que a ti te sirven estos cuentos e historias. Para olvidar el mundo de mierda que hay a mi alrededor y pensar en que todavía hay una chispa de esperanza.
Se me quedó mirando por un rato. Luego me dijo:
-Al parecer tenemos mucho en común. Deberíamos juntarnos más seguido.
Sonreí de oreja a oreja, pero duró hasta que Victoria entró gritando:
- ¡Chicos, vengan conmigo! -Fuimos a la entrada y la seguimos hasta lo que parecía un spa.
Segundos después vino una chica de pelo rubio, con delineador azul,una remera celeste y unos vaqueros con un tono azul marino y un chico con traje y delineador rojo.
-Conozcan a Rita y Aaron. Ellos se encargarán de diseñar sus vestimentas para el Desfile de Tributos. Pero ahora, ellos quieren conocerlos para saber que deberían hacer en sus atuendos.
Rita me agarró de la mano y me llevó a una habitación con dos bancos.
-Siéntate.- Obedecí.
-Johanna. Te traje aquí para conocerte y así saber como hacer tu vestido. Preséntate.