tuya para siempre

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Son las 6 de la mañana y no me quiero levantar de la cama, solo a María de le ocurre salir un lunes de fiesta y yo ni corta ni perezosa la apoyo, me levanto y decido iniciar mi día tengo un turno de 4 horas esperando por mi.
Me doy una ducha con agua fría para alejar todo el sueño y la pereza que pueda haber en mi.
Salgo de baño guardo mi uniforme de mesera y elijo ropa para ir a la universidad, antes de cambiarme me veo en el espejo. Al verme en el espejo noto que he bajado mucho de peso, como unos 15 kilos no recuerdo cuando fue la última vez que me pese. Mi cuerpo tiene una buena figura, no es el super cuerpazo pero creo qué estoy bien proporcionada, para mí estatura, solo mido 1.55 cm Dios pudo haber echo un poco más grande, pero creo que no llegue a tiempo a esa repartición.

Me detengo en en el pequeño tatuaje que tengo a la altura de las costillas.

" Tuya para siempre"

Y automáticamente mi mente viaja a ese momento.

- sabías que a diferencia de otros animales, los pingüinos eligen una pareja de por vida - digo haciéndome la distraída.
-si? - me pregunta - no lo sabia- dice un poco desinteresado.
- si- contesto entusiasmada- ¿ Quieres ser mi pingüino?

Me mira un poco sorprendido por mis palabras. Pero al fin reacciona.

- claro amor, seré tu pingüino- me sonríe y puedo jurar que se ha sonrojado un poco.
- quieres tatuaje conmigo?
- estas loca? Son las 11 pm, explícame dónde conseguiremos un tatuador a estas horas ?
- quieres que sea un pingüino o una pareja de pingüinos? - le digo ignorando su pregunta.
- ok, no crees que un pingüino se vería muy femenino en mi ?- cuestiona
- entonces? - pregunto un poco irritada.

Me mira pensativo, y se levanta.

- voy por algo de ropa y por las llaves del auto.- contesta
- debo cambiarme?- me mira
- obviamente, no vas en ese shorts a ninguna parte- me contesta un poco irritado.

- Díaz puedes decirme a donde vamos?- pregunto intrigada, va conduciendo y no sé el destino.
- amo cuando me llamas por mi apellido- toma mi mano y se inclina para darme un beso.

Estamos en el centro histórico, parqueamos y caminamos por las calles, llenas de turistas.
Llegamos a un pequeño local con puertas de vidrio.

- qué hacemos aquí- digo observando en lugar- está cerrado.
-recuerdas,que una vez te dije que eras lo mejor que había pasado en mi vida?--me dice ignorando mi comentario.
- si, lo recuerdo. ¿ Pero que tiene que ver con ésto?
- también recuerdas que te dije que serías mía para siempre y yo tuyo para siempre?.

No digo nada, solo intento relacionar las cosas en mi cabeza.

-no será lo que estoy pensando- digo rompiendo el silencio con una sonrisa en mi rostro.
- claro que sí preciosa, es exactamente eso.

Se acerca a mí, me abraza y me da un beso en los labios.

Su celular suena interrumpiendo el momento. Lo escucho decir que ya estos aquí. Un muchacho alto, piel morena abre la puerta.

- que tal Nicholas, te estábamos esperando, ya casi estamos terminando.
- muchas gracias por esperarnos, sé que es tarde, pero salió de momento.
- todo bien, eres amigo no solo un cliente.

El lugar es pequeño y acogedor, subimos una escalera muy inclinada e incómoda para mí gusto, además son de madera y chillan con cada paso, por suerte son muy cortas, no es un segundo piso como tal, solo como una especie de plataforma que usa como sola para tatuar.
Hay un señor blanco con barba y tatuajes en todos sus brazos, tatuando a una chica.

Se llamaba amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora