La ví.

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{Cuando veo tu cara no hay una sola cosa que quisiera cambiar, por que eres asombrosa así como eres. Y cuando sonríes, el mundo entero se detiene a mirarte un momento, por que, chica, eres asombrosa, así como eres.- Bruno Mars ♥ Just the way you are.}

Luego de irnos del local y meternos al auto me entretuve mirando por la ventana. Era invierno y, hace dos semanas, habíamos entrado a la escuela, lo cual odiaba con todo mi ser porque hacía un frio infernal y había que ir con mil cosas encima.

Abrí la ventana del auto y saqué la mano para, luego, meterla rápidamente otra vez.

Sí, esto era Frozen, estaba segura.

Harry y Papá hablaban de jugadores sudamericanos de football.

- Lionel Messi es mucho mejor que tu basura de principiante.

- no lo creo, Alexis logró hacer todo lo que tu clásico hiso en la mitad del tiempo.- dijo papà de lo mejor, se notaba que, para él, aquello era un juego de niños, pero a Harry, realmente, se le paraban los pelos.

- los clásicos son de lo mejor.

- Alexis Sanchez es más sexy- dije yo, solo para molestarlo.

- ¡ja!- rió papá- Jaque matte.

Harry bufó.

- esto no se vale.- se acurrucó más en el asiento.

Miré por la ventana otra vez y ví que estabamos llegando a la escuela.

- papá- dije y él me miró por el retrovisor para que siguiera- ¿puedo leerle yo el diario esta tarde a mamá?- pregunté tímida mirando hacia la ventana.

- claro- me sonrió papá, y yo me imagine siendo la razón de la sonrisa, interior, de mi madre y, automaticamente, mis comisuras se elavaron.

- gracias- susurré.

- bueno- dijo mi papá luego de un rato poniendo el plfrebo de mano.- hemos llegado.

- vale- dije sacandome el cinturón y tomando la mochila. Le dí un beso en la mejilla a mi papá y salí del auto.

- ¡hey!- me dijo Harry cerrando la puerta del auto.- eres mala.- me miró con ojos achinados.

- ¿yo?- pregunté- ¿por..

No pude terminar cuando ya estaba persiguiendome para hacerme cosquilla.

Matt.

Habíamos llegado al instituto- luego de veinte infernales minutos de Ryan hablando de ____ y de su sedoso cabello café que parecía una tela enroacada. Poético ¿no?. Pues, para mí, era basura.

Al entrar todo fue aún mas malo. Todos nos miraban. A mí y a Ryan. No era que no me gustara la atención, de hecho, amaba las miradas que las chicas me lanzaban. Pero, si todos conocían la extraña obseción que mantenía mi amigo con la zorra esa, mi reputación, el primer día, sería absoluta y totalmente arrebatada de mis manos para ser destruida.

Bajé mis lentes, anteriormebte en mi cabello, al puente de mis ojos y les lanzé una sonrisa coqueta, lo que hiso que todas sonrieran junto a mi.

- ¡Harry!- escuché un grito jugetón desde el pasillo y todos, junto a mí, se voltearon a ver a la dueña de este.

En ese momento todo aquello se fue a la mierda.

Ví como unos rulos se movían al compaz del viento mientras las pequeñas piernas, dueñas de ellos, corrían hacia una dirección en específico.

Mi mundo se paró cuando aquella chica fijó su mirada en mis ojos miel, de los que había retirado los lentes para ver mejor, y conectaba sus esmeraldas a ellos.

En ese momento supe que todo era cierto.

La chica de mi amigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora