Diego

50 3 0
                                    

Puede que para muchos su primer amor sea su primera gran decepción.

¿Nunca les a pasado que su grupo de amigos los ha presionado para llevar a cabo algo?

Pues a mí sí me pasó...

Cuando tenía 18 inicié una relación por presión de grupo, mis amigas me molestaban por el simple hecho de nunca haber tenido enamorado; aunque la verdad no me incomodaba no tener a alguien. Aparentemente ellas querían que viva esa experiencia, lo cual no hubiera sido una mala idea, pero las cosas con el chico terminaron de la peor manera.

Los adentraré a la historia.

Junto con mis amigas pagamos por una excursión guiada, en donde al final del recorrido terminaríamos en un lago; podíamos nadar, hacer un picnic o caminar por el bosque, esto último se tenía que hacer en grupos de cinco personas como mínimo ya que nos podíamos perder.

Mis amigas y yo decidimos ir al bosque pero necesitabamos a más personas; escuchamos a unos chicos que estaban cerca estar hablando de lo mismo.

Y Carolina, que por cierto no es nada tímida se acercó para preguntar si quieran ir con nosotras.

Los chicos aceptaron y después cada uno estaba caminando con dirección al bosque;  Carolina y un chico al cual llamaré Enrique porque no recuerdo el nombre iban adelante del grupo, Ximena estaba con otro par, está demás decir que ella había captado la atención de ambos.

Yo me quedé atrás del grupo y Diego estaba entretenido con su móvil unos pasos adelante, trataba de conseguir señal pero no lo logró y lo dejó. Cuando levanto la mirada se dio cuenta que sus amigos estaban en otras pero no se fijó en mí.

-¿te dejaron sólo?- Diego al escuchar eso dio un pequeño salto por el susto - ay pero hombre ni que yo asustara tanto.

Fue así como iniciamos desde ese momento una buena amistad, sí, con una simple frase. Después de unos días la confianza era tal que hablé de temas que evitaba contar a los demás, temas como mi vida en la secundaria y sí, temas como Marcelo. Lo sé, fui muy confiada, no debí contar tanto de mi vida a un completo desconocido, pero sucedió y eso no puedo cambiarlo.

Cuando volvimos a casa Diego tenía mi número, quedamos en hablar al regreso. Desde aquel día estuvimos en contacto y él se esmeró en probar que era diferente a los demás, le funcionó, al menos por un tiempo.


Después de dos meses recordándome lo hermosa que era, me pidió en más de una ocasión que fuera su enamorada pero la verdad seguía sintiendo miedo.

Diego elaboró una sorpresa para mi cumpleaños, ese mismo día me pidió que fuéramos enamorados y accedí, todo parecía marchar bien.

Aún nisiquiera habían pasado seis meses de relación cuando me enteré que Diego me estaba siendo infiel con otra chica ¿Dónde había quedado todo el amor que decía tenerme? Quien sabe... tal vez se fue igual de rápido como apareció.

Un día Diego me había dicho que no podía verme porque estaba muy ocupado y que tenía que ir a casa de un amigo para hacer unos trabajos.

Llamé a su madre, quería saber si él ya se había ido, en un principio traté de comunicarme con él pero no respondía mis mensajes o llamadas. Así que la contacte a ella, estaba preocupada por si algo le había pasado, fue después de esa llamada cuando las cosas empezaron a empeorar.

Cartas De Un Corazón LastimadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora