—2 de mayo de 2017—
Jimin marca el número una vez más, pero Yoongi no le atiende. Sigue caminando sin rumbo fijo mientras las lágrimas invaden sus ojos hasta nublarlos por completo.
¿Qué es lo que ha hecho mal? ¿Por qué las cosas terminaron así?
Recuerda la vez que su vida tuvo sentido. Cuando él y Yoongi eran felices por el simple hecho de tenerse el uno al otro, pero parece que fue hace mucho, mucho tiempo.
Duele.
Duele respirar. Duele existir.
“¿Te invito un trago?” fueron las primeras palabras que le dijo. Tenía una sonrisa perfecta en la cual sus encías se mostraban y sus ojos cafés brillaban con diversión, era casi imposible para Jimin decirle que no a esa mirada que le invitaba a ir más allá.
Risas, alcohol, coqueteo… de alguna manera, esa misma noche terminaron follando en el baño del local. Fue algo inesperado y posesivo, pura pasión que se desbordaba de manera incontrolable. Algo tan casual que Jimin temía que fuera a terminar de la misma manera alocada en la que comenzó, pero no fue así.
Pasaron cuatro años juntos.
Cuatro años en los que la relación llegó al punto más alto, para después comenzar a caer a toda velocidad y sin control.
Todo comenzó meses atrás, cuando promovieron a Yoongi en la empresa.
Demasiada presión, muchas horas de trabajo, proyectos y responsabilidades que lo llevaron al borde de todo. Que lo alejaron de su vida social, de sus pasatiempos, pero sobre todo, lo alejaron de él.
De un momento a otro no se hablaban más que para pelear. Incluso había noches en las que uno de ellos terminaba durmiendo en el sofá, o simplemente salía de casa porque la distancia no parecía suficiente.
Todo lo que hacía le parecía mal. Y sí, Jimin sabía que no era perfecto, pero ¿De verdad era para tanto? Sin embargo, el amor que sentía le daba las fuerzas para seguir luchando, podía continuar hasta el final pero a veces la simple voluntad no es suficiente.
No lo fue esa mañana. Simplemente llegó al punto en el que estaba mentalmente agotado.
Pensó que sería una buena noticia. No la solución a sus problemas pero sí una razón para tratar de arreglar las cosas.
“¿Un niño, Jimin? ¿Ahora? ¿Maldición, acaso no sabes lo importante que es este trabajo para mi?”
Yoongi estaba tan molesto.
Jimin se marchó porque no quería seguir escuchando sus reproches y sus desprecios, pero ahora, por alguna razón, sólo quiere escuchar su voz por lo menos un momento.
Pero no le atiende.
Se detiene al nivel de calle para esperar el cambio del semáforo e intenta llamar otra vez.
— Sé que no quieres hablarme — susurra cuando sale el buzón de mensajes — es sólo que… lo siento, no pensé que… —suspira profundo para poder hablar — de verdad te amo hyung. —El sonido del móvil indica que se le acabó el tiempo. Mira al cielo dejando que las lágrimas corran por su rostro, perdiéndose en los recuerdos mezclados con dolor, tratando de pensar en algún milagro que les ayude a recuperar lo que tenían.
¿Era él el del problema? ¿Cómo pudo el amor acabarse tan de repente?
Comienza a cruzar la calle cuando supone que la luz del semáforo ha cambiado. Sólo que en realidad no lo ha hecho, el rojo de “pare” sigue estando en el semáforo de peatones pero sus ojos nublados por las lágrimas no le permiten ver.
Tampoco consigue percatarse a tiempo del coche que se le viene encima a toda velocidad...
No me pude resistir y quise subir otra adaptación jsjs✨
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Creating Destiny · Yoonmin
Fanfiction"Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde" eso fue lo que aprendió Min Yoongi el día 2 de mayo de 2017, aunque ahora no está seguro de que saberlo le sirva para algo. • NO es un death fic. • MPREG • ADAPTACIÓN © mistica