ᴅᴏᴄᴇ

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Yoongi se acomoda en el sillón odiando sentirse tan inútil.

En el hospital era horrible como dependía de todos para lo más mínimo, para ir al baño, para cepillarse los dientes, hasta para tomar un estúpido vaso de agua. Era normal dada su situación, pero no por eso menos humillante.

No es que en la casa sea muy diferente, pero por lo menos tiene que mostrarse débil delante de Jimin nada más y no con extraños.

Desde donde está puede escucharlo hablar por teléfono con Taehyung. Su amigo ha estado disculpándose cada dos por tres, no importa las sonrisas de Jimin, ni las veces que le diga que no hay problema, Tae sigue diciendo que lo siente, que debió confiar en que tomaba la decisión correcta.

Cuando Yoongi le preguntó a Jimin a que se debía todo eso, le explicó que Tar fue uno de los que se molestó porque no quiso firmar la autorización para que lo operaran, pero que no podía molestarse con él por eso, porque además fue la reacción que tuvo la mayoría.

- Si no dejas el tema de lado voy a colgarte el teléfono, en serio - dice el rubio acercándose a Yoongi para sentarse a su lado y dejarle escuchar parte de la conversación.

- Jimin... tú tenías fe en Yoongi Hyung y nosotros creímos que simplemente estabas siendo un irresponsable egoísta. - comenta Tae evidentemente apenado.

- Bien, lo de egoísta es nuevo - responde Jimin fingiendo estar ofendido.

- Mierda, debería callarme y dejar de cagarla. Esto no va a influir en la decisión de quién será el padrino del bebé ¿Verdad? Digo... no es por presionar ni nada... - Jimin se ríe y continúa hablando pero Yoongi ya no le escucha. Solo está concentrado en él, en los gestos que hace, el ruido con el que llena la casa y la tranquilidad que le produce.

Al principio fue muy extraño volver a adaptarse a todo, poner en su lugar cada uno de los recuerdos hasta separar por fin una realidad de la otra.

La primera noche no quería dormir por miedo a despertar y darse cuenta de que todo estaba boca arriba de nuevo, y el primer electrocardiograma que le hicieron, como parte del chequeo general, salió tan alterado que tuvieron que repetírselo. El médico dijo que podía ser causa de todo el estrés de los últimos días, pero igual le mandaron a un psicólogo para que lo analizara.

Yoongi tenía ganas de decirle que era una pérdida de tiempo, pero se resignó a hablar con él, total, de ninguna manera iba a decir, ni insinuar aquello que de verdad le mortificaba. Simplemente respondió las preguntas de rutina y le dio a entender que cuando estuviera en casa quizás se permitiría relajarse un poco más. Resultado:

Estrés postraumático.

Eso fue lo que dijo el psicólogo, y le mandó unas pastillas que gracias a dios está controlando Jimin, porque a veces la presión es tanta que con gusto se tomaría la caja entera.

El rubio por fin cuelga el teléfono y suspira sin perder la sonrisa, se inclina sobre Yoongi para darle un beso y quedarse acurrucado a su lado tratando de no hacerle mucho daño.

- ¿Cómo te sientes? - pregunta. Yoongi levanta su brazo bueno para juguetear un rato con su cabello, dándose tiempo para pensar su respuesta.

- Bien supongo... dejando de lado que me duelen todos los huesos del cuerpo, claro. - Jimin se separa sólo lo suficiente para poder verlo a los ojos. Lo hace profundamente, buscando las respuestas que Yoongi se niega a darle, es tanto que el mayor desvía la mirada y finge estar tan cansado que necesita dormir, pero no es convincente.

Creating Destiny · YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora