Creating Destiny · Yoonmin

ᴜɴᴏ

-4 de mayo de 2017-

"No son los girasoles" insistió Yoongi. Se negaba a que ese mocoso le ganara con algo tan elemental como saber que clase de flor le gustaba.

"A ver, hyung... creo que me conozco lo suficiente como para saber que es lo que me gusta a mi" respondió con una sonrisa divertida. Yoongi rodó los ojos y se encogió de hombros.

"La amapola es mucho más bonita" refunfuñó camino a la cocina. Jimin corrió para cortarle el paso y lo envolvió entre sus brazos para darle un beso.

"Me parece muy caliente que sepas el nombre amapola" rió cuando terminó con el beso. Yoongi le dio un golpe y le revolvió el cabello sonriendo con satisfacción cuando lo escuchó quejarse.

Yoongi se despierta sobresaltado, sintiendo como el corazón golpea fuerte contra su pecho, busca con la mano el cuerpo que debería estar a su lado en la cama pero no encuentra nada. Suspira entrecortadamente y se recuesta de nuevo mirando al techo por un segundo para después girar y buscar la fotografía que está en la mesa de noche.

Es verdad. Todo es verdad y no una pesadilla.

Cuando los latidos de su corazón comienzan a normalizarse, se levanta con pesadez y se arrastra hasta el baño, busca las pastillas que están en el cajón y se toma un par con ayuda del agua del grifo. Se mira al espejo odiando el reflejo, ni un solo minuto ha dejado de culpar a la persona que está allí. Si hubiese actuado diferente, si...

Se pasa las manos por la cara y sacude la cabeza. Los "si" no sirven de nada porque no hay manera de dar marcha atrás.

Jimin se ha ido y no va a poder recuperarlo nunca. Ni a él, ni al hijo que estaban esperando.

Se tumba de nuevo en la cama mirando el techo, tantea sobre la mesa y toma su móvil para escuchar los mensajes.

"Sé que no quieres hablarme. Es sólo que... lo siento, no pensé que... De verdad te amo Hyung"

Una lágrima traicionera recorre su rostro, pero se la quita de inmediato, no tiene derecho a llorar. Él mismo se buscó eso, fue su culpa. Ahora tiene que asumirlo.

El móvil le dice que marque 1 si quiere escuchar el mensaje de nuevo, y él lo hace. Una y otra vez hasta que el sonido de la voz de su amado lo devuelve al mundo de los sueños. No es la voz alegre de la que se enamoró, sino la que él rompió, pero no importa, mejor eso que nada.

💫

Es la tercera llamada que recibe y eso que son sólo las 9 de la mañana. Cuelga con un gran suspiro y se estruja los ojos. Esta cansado de decir "gracias" o "lo sé, yo también lo voy a extrañar". Todos le dicen que tiene que ser fuerte y que las cosas irán mejorando, que estarán en el entierro para darle apoyo, y que nunca más estará solo porque él lo cuidará desde donde quiera que esté.

Honestamente no está seguro de que Jimin esté en alguna parte y si es así, ciertamente no va a perder el tiempo cuidando de alguien como él. No lo merece.

Se mira al espejo y se acomoda la corbata, se pasa las manos por el cabello para aplacarlo un poco y arruga la cara insatisfecho con las visibles ojeras, toma las llaves y se queda un momento con ellas en las manos.