You've Fallen For Me » Harry Styles

Harry "Perdido"

Solo era una hora tarde, nada de qué preocuparse.

Solo que si estaba preocupado, mucho más de lo que desearía admitirle a Megan o a cualquier otra persona.

“¿Estas en el estudio aun?”

Le escribí ocultándome dentro del auto, la cesta de picnic que había preparado golpeo mi costilla en cuanto me recosté del asiento trasero.

“La práctica se extendió unos minutos, voy en camino gatito :)”

Me reí en la oscuridad, extrañaría ese apodo si al final nada sale como lo esperado.

Estaba comenzando a dormirme cuando alguien golpeo el vidrio, sabía que era ella. Era ahora o nunca.

—¿Cómo estás?—sonrío radiante, aun a media luz podía leer su expresión.

Preocupación.

Nunca aparecía por su casa los días de semana, mucho menos sin avisar.

—Estaba en casa solo, cuando me pregunte ¿Por qué no preparar una linda merienda nocturna para mi talentosa y trabajadora musa? —Le enseñe la cesta en el asiento trasero.

—¿Estás seguro? Suena a algo mucho más importante que una cita.

Esta vez me había atrapado, nos conocíamos muy bien.

—¿Podemos?

Solo tardo un segundo en entender.

—Claro que sí, comienza a helar aquí afuera.

Minssi su gata angora comenzó a caminar entre mis piernas para llamar mi atención, pero una vez que estuvimos dentro comencé a sentirme agobiado.

—¿Te gustaría comer en el jardín? —Pregunto Megan desde la cocina.   Aun, mientras sacaba las copas para el vino era difícil apartar los ojos de ella, de espalda seguía siendo sumamente hermosa.

—Felicidades mujer, tu si sabes robar las buenas ideas de un hombre.

—Muchas gracias —Rió, sus ojos brillando tanto como su cabello negro.

Ojala hubiera una mejor forma de evitar situación.

El aire resulto fresco y liberador cuando llegamos al jardín trasero de su casa. Me sentía incómodo y nervioso mientras colocaba la manta en el suelo para evitar el tan molesto césped, la situación no mejoro cuando Megan insistió que nos sentáramos debajo del árbol donde, en varias ocasiones había pasado tardes enteras leyéndole alguna historia o simplemente viéndola dormir en mis piernas luego de una larga práctica.

—¿Te sientes bien?

—¿Por qué lo dices?

—Haz actuado extraño desde que llegaste por ejemplo: Ignoraste completamente a Minssi, te vez distraído y por algún motivo —siguió enumerando con sus dedos— No te has acercado a darme un beso en todo este tiempo.

No sabía que, si, la besaba todo sería mucho más difícil para mí.

Baje la mirada avergonzado, ya era hora de decirle todo.

—Algo sucedió hoy en el estudio.

—¿Eso te tiene preocupado? —Comenzó a sacar las cosas de la cesta que había dejado olvidada entre nosotros— Ya sabes cómo es el Presidente, solo quiere lo mejor para ustedes.

—¿Deberíamos salir públicamente? —Tome  su mano y la entrelace con la mía— Quiero poder ir a premios contigo, llevarte al cine, incluso ir a tus recitales si así lo quiero.

—¿Que dices?

—Quiero decirle a todos de lo nuestro, me estoy declarando formalmente ¿Muy tarde, no?

—Harry ¿Porque sales con esto justo ahora?

—Sabes como es mi vida mejor que nadie Meg, no quiero tener que salir con alguna chica que elijan en la discográfica como intentaron hacer con Zayn.

—No quiero arruinar lo que tenemos precisamente por eso—alego— y por supuesto quiero evitar la responsabilidad y la vida aburrida de ser la novia de un cantante famoso. Como sabes, mi sueño es convertirme en una renombrada bailarina de ballet, todo ha estado saliendo muy bien. No quiero más presión en mi vida.

—Pero quiero que me entiendas, no quiero a la bailarina tú. Quiero a Megan, la hermosa e inteligente Megan.

Inmediatamente soltó mi mano, y ofendida tomo la botella de vino, que con un grácil movimiento abrió con el sacacorchos y bebió directamente de ella.

—Lo mejor es que dejemos todo aquí.

—¿Estás jugando conmigo?—Me levante de la manta, era triste escucharla decir eso luego de dos años.

Dos años

—Sinceramente es lo mejor, era solo cuestión de tiempo para que algo así sucediera con nosotros —suspiro— Mañana sale mi vuelo a Rusia, la profesora tiene grandes expectativas en mí. Si gano, no volveré a Inglaterra en mucho tiempo, igualmente no hubiera resultado.

—¿Estas terminando conmigo por ir a bailar? Bien, si así lo quieres puedes irte. No voy a estar aquí cuando decidas volver. Suerte en Rusia

—Muchas gracias —volvió a beber directamente de la botella— Lo mismo para ti Harry.

La ruptura fue mucho más sínica y seca de lo que esperaba, pero eso no ocultaba el hecho de que seguía doliéndome como si me hubieran golpeado en las bolas.

Solo había una cosa que podía hacer ahora que me habían abandonado.

—¿Qué quieres tan tarde?—Paul, nuestro Manager bostezo del otro lado de la línea.

Me tenía si cuidado que fueran las tres de la mañana.

—Quiero que hables con el Presidente, voy a salir con la chica.