"El orgasmo es el gran comedor de palabras. Solo permite el gemido, el aullido, la expresión infrahumana, pero no la palabra."
~ Valérie Tasso ~
Hay cosas que es mejor no saber...En un mundo lleno de perversión, la inocencia un trofeo muy valioso suele ser...
La curiosidad es un instinto por naturaleza que posee cada ser humano para saciar su interés en algo, pero éste no es el caso. En mi mente hay cientos de voces que gritan y la claman fervientemente. Ansiando desesperadamente contaminarla con mi toque para someterla, doblegarla a mi. Anhelaba cual cocainómano a la sustancia, absorber cada gramo de su inocencia. Una que sin dudas, era el mejor trofeo en un mundo paralelo lleno de perversión.
Sus ojos color miel podía notarlos un tanto temblorosos, mientras aún se encontraba con su ropa de oficina sentada al borde de mi cama King... Aprecie como en sus manos sujetaban mis sabanas rojas que tendí con sumo cuidado durante la mañana; algo que produjo en mi una molestia un tanto fastidiosa, demostrándolo con un leve gesto de negación en mi cabeza.
Al fijar mi mirada sedienta en la suya, observe como se producía una tierna y pequeña sonrisa en ella. Tal vez la muy inocente creerá que soy algún tipo de príncipe azul que la ha traído a su habitación para hacerle el amor... Punto del cual estaría totalmente equivocada, porque soy capaz a obligarla en este instante a complacer cada uno de mis retorcidos pensamientos.
Antes de comenzar a liberar la bestia que llevo en mi, decido dar algunos pasos hasta la puerta de mármol de mi habitación, mientras mis pensamientos se cuelan el deseo de realizar una violación anal en su voluptuoso trasero blanco, lo que inicio en mí una erección. Al cerrar con llave la alcoba, presenció como sus ojos comienzan a sospechar que pueda suceder algo inadecuado. Por lo tanto me colocó al frente de ella mientras aún permanecía inmóvil sentada al borde de la cama. Su mirada se situó en el bolsillo izquierdo de mi pantalón Gucci debido a que mi miembro se lograba apreciar un tanto abultado y sobre saliente. Deseaba incesantemente abofetearla unas tres veces y verla ahogarse en mis veintitrés centímetros de mi aparato masculino.
Sus ojos asustadizos destellaban miedo, dicha sensación me impulsaba a estudiar futuros escenarios en mi mente con ella como protagonista, mientras su cuerpo, infiernos, su cuerpo malditamente lleno de curvas emanaba chispas en respuesta a mis manos, labios, lengua y mi miembro enterrado en la profundidad de su cuerpo.
Ella era mía, un deseo peligroso casi mortal llenaba el interior de mi pecho por poseerla.
Quería joderla violentamente, marcarla, quebrar su mente hasta el punto de convertir tantas sensaciones eróticas en un sádico deseo.
DanFury🔥
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Placer Consentido
RandomEl que lucha con monstruos debe cuidar que en el proceso no se convierta en uno de ellos, cuando miras dentro del abismo, el abismo tambien mira dentro de ti. F. Nietsche