CAPITULO 2 | ADELANTO Y DIVERSION

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La noche era oscura y silenciosa, envolviendo a Nigth en su abrazo frío y solitario. Sin embargo, la tranquilidad de la noche se desmoronaba en su interior mientras se retorcía inquieto en su cama. En su sueño, el pasado se levantaba ante él, como un espectro que se negaba a ser olvidado. Las imágenes atormentadoras de aquel trágico día regresaban una y otra vez, como una pesadilla recurrente que nunca se desvanecía por completo.

La figura de Nigth, un joven de 20 años, se revolvía entre las sábanas, su frente perlada de sudor por el tormento de sus recuerdos. Las imágenes eran vívidas y dolorosas: la casa sumida en la oscuridad de la noche, los gritos desgarradores, la sensación de impotencia que lo había consumido mientras presenciaba impotente el asesinato de sus padres. Cada detalle estaba grabado en su mente como si hubiera ocurrido apenas ayer, y la cicatriz emocional seguía latente, recordándole constantemente su dolor y su pérdida.

Nigth se removía, murmurando incoherencias en su sueño, tratando de escapar de las garras de los recuerdos que lo atormentaban. La pesadilla lo arrastraba una y otra vez al abismo de su pasado, reabriendo heridas que habían comenzado a sanar con el tiempo. Sus manos se crispaban en puños mientras sus labios emitían susurros ahogados de dolor y desesperación.

A medida que la noche avanzaba, Nigth se encontraba atrapado en una danza tormentosa entre la pesadilla y la realidad. Cada vez que creía despertar, se daba cuenta con alivio momentáneo de que estaba en su cama, en su habitación. Sin embargo, el eco persistente de la pesadilla seguía resonando en su mente, recordándole que la cicatriz de la tragedia seguía viva en lo más profundo de su ser.

El alba finalmente comenzó a iluminar la habitación, trayendo consigo una tenue luz que desvanecía las sombras de la noche. Nigth, empapado en sudor y agotado por la batalla que había librado en su sueño, abrió los ojos con dificultad. La pesadilla había cedido, pero su corazón aún latía con fuerza, y su mente estaba inmersa en los recuerdos que había tratado de enterrar.

Era en momentos como este que Nigth anhelaba con desesperación dejar atrás el dolor y encontrar un nuevo propósito en su vida. La oportunidad que se avecinaba en Freddy's Anime Convention parecía un rayo de esperanza en medio de la oscuridad. Sin embargo, sus demonios internos seguían al acecho, recordándole que, aunque pudiera escapar de su pesadilla, su pasado seguiría siendo una parte inquebrantable de quien era.

La alarma desgarradora sonó en la habitación de Nigth, arrancándolo de su sueño agitado. Abrió los ojos de golpe, el corazón martilleándole en el pecho al darse cuenta de que el tiempo se había deslizado de sus manos. Su primera jornada en el trabajo lo esperaba, y estaba notablemente atrasado. La urgencia se apoderó de él como una ola ardiente, impulsándolo a salir de la cama con una determinación renovada.

Nigth: *casi gritando* ¡MIERDA 6:00 AM?!?! ¡Estoy atrasado en mi primer día! *sin perder un segundo, se puso en movimiento a toda prisa*

Sus pasos eran rápidos y enérgicos, como si pudieran romper el tiempo mismo para llegar a su destino. El camino hacia el lugar de trabajo se extendía frente a él, y cada segundo que pasaba parecía jugar en su contra. Mientras corría por las calles, podía sentir la adrenalina inundando su cuerpo, mezclada con un dejo de ansiedad por no llegar a tiempo.

Nigth: *entre dientes, aumentando la velocidad* Maldición *corriendo aún más rápido* no no nooooo.

La velocidad y la desesperación tenían la mejor parte de él. Nigth estaba tan concentrado en el objetivo de llegar a tiempo que no notó lo que tenía delante. En su precipitación, colisionó con un individuo cuyo aspecto estaba marcado por unos ojos felinos y una gorra que decía "Nyaa". Ambos cuerpos chocaron en un estruendo momentáneo, y Nigth sintió cómo el aliento abandonaba sus pulmones.

Five Nigths In Anime: El comienzo de TodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora