Nuevo comienzo.

79 0 0
                                    


Con cada mirada, yo perdía un poco de mi misma. Martin logró hipnotizarme, me hizo una extensión de su cuerpo. Oh, y cuando hacíamos el amor me sentía viva de nuevo, jamás había sentido algo así en mi vida. No podría ser algo malo.

¿Él quería tenerme así? A veces agarro un poco de valor y trato de preguntarle, enfrentarlo. Pero vuelvo a caer en su trampa, utiliza esa mágica voz rasposa y se ríe, un solo já con un beso bastaba para olvidarme que no me quería. Quisiera saber si él me amó, si me sigue amando. Nunca hemos dicho que nos amamos, pero, amar es entregarse por completo ¿no? Y yo me había entregado en alma y cuerpo.

Siempre quería empezar a escribir otro guión, ya había decidido el rumbo que iba a tomar mi vida. Pero no puedo - hasta la fecha - escribir de otra cosa que no sea él. Me agotaba tratar de pensar en otra cosa, y yo no quería dejar ganar a mi corazón. Así que un buen día decidí que era momento de terminar lo nuestro. Él, naturalmente, no se lo esperaba, quiso que le dijera a los ojos que ya no lo deseaba, hasta me besó y me dejé llevar. Pero recapacité y terminé todo, hasta su escena cliché de telenovela.

Me fui de su lado, quería encontrar una motivación que no fuera su sonrisa. Mi primer meta sería dejar de fumar. Antes de él no fumaba, ni siquiera marihuana, por eso mis relaciones pasadas con otros músicos no habían funcionado. Solo en él pude soportar el humo que me hacía rabiar.

Dejar el cigarro fue muy fácil, pero evitar pensamientos sobre su sonrisa, pff, eso sí que era una adicción grave. Quise reconectar con mis amistades, pero ya era imposible. Así fue como me salí de la ciudad para irme a un lugar más grande. Le avisé a Martin, tenía una fantasía de él buscándome por la ciudad como loco, hasta que me encontraba en el lugar menos esperado como podría ser el elevador del edificio donde vivía.

Sin embargo, subir ese elevador con unas cuantas cajas no fue nada glamuroso como lo vemos en el cine. Al segundo de tener mi colchón listo, quise regresar a mi casa, al menos ahí tenía compañía de mi familia. Lamentarme no era buena actitud, por ello busqué un perro, tan siquiera así tendría un perro que me ladrará. 

Acto seguido conseguí un trabajo para entretenerme y pensar en cosas que me ayudaran con mi carrera filmográfica. Me convertí en guionista de un youtuber, el sueño de cualquier aspirante a cineasta. Por suerte no era de belleza, era uno que buscaba ser stand upero.

- Buen comienzo, contratando alguien que te haga los monologos. - diciendo eso me contrato.

- Eres justo lo que estamos buscando, una chica directa sin tapujos. 

No pensé que encontrar trabajo sería fácil, de hecho me escudaba de eso para seguir viviendo con mis padres. Otra vez pensar en Martin era inevitable, pues le tenía que agradecer que al huir de él conseguí una vida más o menos independiente. 


Entre humo.Where stories live. Discover now