El olor al café y lo caliente del té.

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Lunes, 9:12 a.m

Aun que las palabras de mi padre me sorprendieron yo realmente quería ir con Lay, ignorando sus palabras había quedado de acuerdo con Lay de pasar por mi cerca de una Cafetería. 

Y era donde estaba justamente, en la dichosa cafeteria, como se iba a tardar unos minutos en llegar, decidí comprarme un Latte y un café para él.

Cuando salí de la cafetería el ya estaba ahi me esperándome mientras estaba afuera de su auto blanco recargado sobre sus nalgas en la puerta con la vista en su teléfono.

—Te compre un Café.—Le acerque el café a sus manos y su vista paso de mis dedos a mis manos, recorriendo lentamente mi brazo subiendo por mi cuello y cara hasta llegar a mis ojos.

Guardo su celular al tiempo que acepto el café con una sonrisa grande. —Muchas gracias, Qi Qi.

Con su mano libre abrió la puerta del copiloto para que subiera y muy encantada lo hice.

El camino fue lento por el trafico pero no lo suficiente para impacientarnos.

Casi no hablamos ya que Lay aprovechaba su tiempo para atender las notificaciones de su celular que sonaban cada 2 segundos.

Tranquilamente tomaba de a sorbos mi latte, pensando en que tipo de olor era el que emanaba su impecable auto.

Olía un poco extraño.

Olía como yerba quemada.

Entramos al gigantesco hospital, dirigiéndonos al elevador en silencio.

—Antes de llegar con los niños tengo que hacer una visita en el septimo piso.

—De acuerdo.

Los números subían hasta llegar al 7, ambos salimos y nos dirigimos a una recepción, donde estaban unas enfermeras sentadas.

—Buenos días. —Dijo Lay llamando la atención de todas las enfermeras presentes.

—Doctor Zhang, ¿Qué hace el día de hoy aquí?

—Si sucede algo, informen al quinto piso, estaré con los niños. —Menciona ignorando su pregunta. Realizo una seña hacia mí para volver al elevador. Cuando estuve apunto de dar la vuelta vi todas las miradas de las enfermeras del mostrador puestas en mi.

—¿No es ella novia del cantante Z.Tao?

Alcance a escuchar mientras nos retirábamos de ahí y entramos al elevador, Lay me miro curioso.

—¿Eres novia de Tao? Pensé que eran solo amigos.

—Y eso somos, solamente amigos.

Solo asintió y lentamente salimos del ascensor que ya había llegado a su destino.

—Por aquí. —Su mano apunto a la derecha y caminamos hacia llegar a una puerta de color amarillo que abrió deslizando, niños y niñas de entre 5 y 9 años nos recibieron muy felices.

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—Hoy fue asombroso, los niños te adoraron en especial Guanlin, ese niño no dejaba de abrazarte y darte besos.

Sonreí al recordar al dulce niño.

—Si, lo recuerdo y siempre lo recordare porque a sido una bonita experiencia.

—Entonces hay que volver a salir. ¿Qué tal la próxima semana? —Propuso.

—¡Claro!

Fuerdai (Cancelado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora