Soulmate (Hombre lobos, Tycker) Precuela

DIECISIETE

TYLER POV

Mi mente estaba nublada por el placer que Icker me estaba dando, sus estocadas me hacían brincar y la cama hacia sonidos chirriantes, agradecía mentalmente a que no estaban los demás de la manada, porque estaba seguro que al terminar de hacer el amor con Icker me iban a molestar por mis altisonantes gritos, pero quien me puede culpar, Icker se hundía en mi tocando aquel punto que estimulaba mi cuerpo entero haciéndolo estremecer.

--Eres hermoso--murmuro observándome a los ojos--te amo Tyler.

Sus labios se unieron a los míos y su lengua me invadió rápidamente, no estaba procesando muy bien la información, Icker hacia perder mis estribos con tan solo besarme y ahora que estaba conectado a mi de una manera mas intima hacia que perdiera la conciencia, y hablo de una manera figurativa mas no literal.

Mis piernas lo agarraban por la cintura para no dejarlo alejarse, aunque sabia que no lo haría, no hasta que ambos termináramos cansados, jadeando y si fuéramos humanos normales, terminaríamos sudados, pero la temperatura de nuestro cuerpo hacia que cada perla de sudor desapareciera apenas y aparecían.

Ambos llegamos al orgasmo gritando nuestros cuerpos y mordiendo nuestro hombro, esa sensación de tranquilidad y de ser añorado, amado, protegido es lo que quería sentir desde hace mucho tiempo y ahora lo estoy cumpliendo, Icker siempre ha sido aquel que me hacia sentir que el mundo era mio y que el me protegería de cualquiera que me quiera hacer daño.

--También te amo bebe--le susurre al odio mordiendo su lóbulo y el soltó un pequeño gruñido.

--Es hora de salir de la cama--dijo y movió su cadera.

--Contigo todavía dentro mio no creo que sea capaz de salir de mi habitación--reí cuando se percato de aquello.

Empezó a salir de mi interior muy lentamente haciéndome estremecer y soltar un gemido corto, cuando estuvo fuera me abrazo por la cintura y me apego a su cuerpo, no me importaba que estuviéramos sucios, aunque si quería darme una ducha, pero su cuerpo era mejor en este momento.

--uhm... tengo que hablar con Tomas--dije de la nada y recordé la escena de la cafetería.

--¿Porque?--susurro en mi cuello y aquella parte de mi anatomía se erizo.

--¿Te diste cuenta que ha estado raro durante estos días?--me gire para tenerlo frente a mi, su cara era un poema de satisfacción postcoital.

--si, pero recordemos que Tomas siempre ha sido raro-- me guiño.

--No seas idiota amor--le bese la nariz--todos en esta casa somos raros, hasta tu...--lo detuve con un beso casto cuando iba a protestar--pero ese no es el tema de conversación.

Él me observo con una ceja enarcada y me presto atención.

--Presiento que ya ha encontrado a su compañero--solté de una y la cara de asombro de Icker me hizo reír.

--¿Porque lo dices? ¿Porque Tomas no mencionaría algo como eso? quiero decir, debería estar feliz, pero últimamente ha estado como si tuviera un palo en el culo, callado, estoico y como si solo le apestara todo el mundo--dijo y rei ante su repentino comentario.

--¿Te has dado cuenta que no ha salido de fiesta?--el negó con la cabeza y puso rostro pensativo arrugando su frente, lo bese, no puedo dejar de hacer eso, es decir, sería un delito tener a tremendo hombre y no besarle, así que no quiero arriesgarme en ir a prisión, lo besare cuantas veces quiera--¿Tampoco ha salido con sus muñequitas?

Tomas no era malo, pero el siempre había dejado en claro a sus parejas que no iban las cosas serias, que era para disfrutar, si aceptaban pues bien y si no, pues conseguía a alguien mas.