Soulmate (Hombre lobos, Tycker) Precuela

TREINTA Y TRES

TOMAS POV

--¿Creen que este bien si le hacemos una fiesta de bienvenida? –dije mientras desayunábamos todos en la cocina.

Claudia me observo con el entrecejo fruncido pensando lo que había dicho, Tyler y los demás estaban de igual manera, sentí estremecerme cuando una corriente fría recorrió mi cuerpo, fue una sensación extraña, Víctor estaba en la cama, la noche anterior pasamos como unas cuatro horas haciendo suspirar al otro, aún sentía pequeñas molestias en mi cadera, pero me regenero rápidamente asi que en unos minutos ya no dolerá más, supongo que el está agotado y más adolorido que yo, la idea de la versatilidad al principio me causo algo de terror, pero en realidad... es asombrosa, sentir lo que el siente cuando estoy dentro suyo es magnífico.

--Creo que sea una bienvenida normal—al fin dijo Mady—No creo que Kevin este de ánimos para una fiesta.

--Tienes razón—Dijo Tyler engullendo una rebanada de pan.

Logan y Becca descansaban en sus coches respectivamente, Tyler e Icker dijeron que no iban a ser sexistas asi que ambos coches eran de un color morado super fuerte, podías distinguirlo a diez metros de distancia con unos ojos de humanos normales, nosotros asi estén a un kilómetro lo distinguiríamos, la cuna que Claudia les había regalado era dorada con filos plomos, parecía una cuna de la realeza.

--Creo que el se siente culpable por lo de su madre—Icker suspiro—Hay que levantar a los niños, va a ser medio día, no quiero que a las 6 tengan sueño y pues se despierten en la madrugada llorando.

--Son unos revoltosos—dije con orgullo—es algo de familia.

--No tiene tu sangre, idiota—dijo John riendo igualmente.

--pero todo lo malo se pega—me encogí de hombros—en fin, la muerte de la madre de Kevin no debe sentir que es su culpa, ella ya estaba realmente enferma cuando él la dejo, además si el se quedaba en realidad no iba a tener una vida buena allí.

Claudia iba a opinar, pero escuchamos como algo golpeaba el piso y mi pecho se oprimió.

--Víctor—susurre.

Sali corriendo de la cocina y me encontré con Víctor desmayado sobre el suelo, lo agarre y sacudí un poco, pero el no reaccionaba, Claudia llego a mi enseguida e indicó que lo llevara al sofá, lo recosté y Claudia todo su frente.

--Esta hirviendo—dijo con el entrecejo fruncido.

--No—dije, toqué su frente y a mí me parecía normal—Esta normal.

--Porque eres un sabueso del infierno—John se acerco y le toco la frente—Por supuesto que esta hirviendo, tu no lo sientes porque tu calor corporal de por si es mas alto que el de los hombres lobos.

Víctor se removió, su cabeza descansaba en mi regazo y sus ojos se abrieron, estaban bien dilatados.

--Tengo frio—Dijo acurrucándose más sobre mí.

De pronto me di cuenta de que parecía un pequeño chimpancé cuando empezó a trepar sobre mi cuerpo, hasta que su rostro se hundió en mi cuello y sus brazos se cruzaron quedando entre nuestros pechos, sus piernas a cada lado de mi cadera, mis manos ya lo estaban sujetando de la cintura mientras lo apegaba más a mi cuerpo.

--Tiene escalofríos—Claudia dijo peinando el cabello de Víctor—Parece un pequeño bebe.

--pensé casi lo mismo—dije riendo—pero yo pensé en un adorable pequeño chimpancé.

--Los chimpancés no son adorables—Dijo Víctor sobre mi cuello.

--Tu eres la excepción, amor—Dije besando su cabeza.