Operación R.E.G.A.L.O

Búsqueda

Operación Búsqueda...

B.uscar
U.n
S.imio arcoiris apto
Q.ue
U.na a dos personas
E.speciales cuyo
D.estino es incierto y
A.bsolutamente complicado

Después del desastre del medio día, Migue contemplaba fotos de su viejo baúl, cada misión, cada aventura, cada recuerdo, cada memoria era revivida en esas fotos.

Contuvo las lágrimas que amenazaban con salir, aunque últimamente estas habían llegado para quedarse pero él no quería ser débil, no quería romperse.

De  pronto de entre todas sus fotos, una cayó, era una en la cual todo el sector V se mostraba feliz, él suspiró  mientras de nueva cuenta las estúpidas lágrimas amenazaban su paz, a la vez que decía a la nada:-quisiera no fallarles más muchachos, pero me temo que no soy tan fuerte como lo supuse, en especial he roto la promesa que te hice a ti Tres (contorneando el rostro de ella en la fotografía) no pude mantener tu sonrisa y creo que no podré mantener mi amistad con todos, pues dudo que pueda seguir siendo amigo de número Cuatro-.

Dejó las fotos a un lado, tomó dinero, se puso una capucha y salió a caminar.

Recorrió muchos lugares pero no encontró el regalo adecuado para su adorada amiga, había estado ahorrando mucho para algo especial y sabía que ella era ese algo o más bien alguien especial, pero en cada tienda que miraba nada lo convencía.

Joyería, ropa, juguetes, nada le parecía adecuado, ella era una adolescente pero aun tenía un alma de niña, un alma hermosa y delicada; frustrado termino en una banca del parque y recordó más momentos junto a sus amigos, hasta que finalmente  se marchó dejando en aquel parque un poco de él, pues las lágrimas finalmente habían salido.

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Al día siguiente las cosas no fueron mejor con número Cuatro, sin embargo él fingió que sí por su amiga, mientras que el Güero tenía una actitud más hostil con Migue y los otros, a la vez que comenzaba su castigo en la cafetería, no obstante hizo un intento de disculparse con la asiática pues no le daría el gusto a Migue de dejarle el camino libre.

Memo y Abby decidieron no intervenir y ambos fingían que nada pasaba aunque supiesen que no era así, sin embargo, seguían en pie los planes que Kuki había hecho para su cumpleaños.
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En la salida, Migue vio con detenimiento una escena que lo hacia morir de celos pues Will estaba hablando con Kuki como si nada hubiese pasado, riéndose y bromeando tal y como si él no hubiese sido la causa de su llanto, sin embargo sonrió de oreja a oreja al ver que Cuatro quería abrazar a su amiga y ella se alejaba de él y volteaba la vista.

El rubio se apartó y bajando la cabeza, mejor se fue no sin antes golpear fuertemente su casillero con una mueca molesta alterando a la Kiut.

Migue se acercó pero ella aseguro que no pasaba nada, ella le sonrió y se marchó a su casa y aunque Uno no quería dejarla ir sola, ese día tenía entrenamiento de soccer, dejándola marchar sin mas.
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Uno pensaba en lo que había pasado, justo cuando pasaba por una vitrina admirando algo que podía ser el regalo perfecto para Tres y sin importarle lo mal que se pudiese ver, entrando ahí, lo hizo pues creyó que en ese sitio encontraría su obsequio ideal.

El local estaba decorado con miles de adornos, y moños; al pisar la entrada todas las miradas fueron para él pues puras niñas se encontraban ahí, no obstante siguió sin importarle y recorrió todo el local ante las miradas y murmullos de las pequeñas féminas, sin embargo no era la primera vez que hacía algo vergonzoso ni tal vez la última, pues eso lo tenía sin cuidado.

Observó con detenimiento cada objeto hasta dar con uno que le llamó la atención, sonrió y lo tomó entre sus manos, era el primer simio arcoiris de colección mejores amigos por siempre, pero no lo tomó por el valor de colección si no porque tenía un valor sentimental incalculable, pues hace mucho tiempo incluso antes de que Cuatro se uniera a los chicos del Barrio, él le había regalado a numero Tres  un simio similar a ese, pero en sus primeras misiones como equipo, éste había sido destrozado al ser precisamente Uno quien estaba en peligro y Kuki lo había salvado sacrificando aquel objeto de gran valor el cual nunca había vuelto al recuperar.

Observó su efectivo, abrazó el objeto y siguió recorriendo la tienda encontrando un bello prendedor y una pulsera a juego a la par que cogía un papel de regalo y una rosa de plástico.

Fue al mostrador e intentó pagar, la dependiente se negó a venderle aquel objeto valioso que ella sabía que un chico como él no sería capaz de cuidar, sin embargo, después de una larga lucha verbal, Migue había salido triunfal de la tienda con su regalo y la satisfacción de no haber perdido el toque persuasivo y haber salido triunfante.

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Llegó a casa, tomó una caja, metió los objetos y empezó a tratar de envolver el obsequio justo cuando una foto tirada bajo su mesa de noche le llamó la atención, la levantó y sonrió con melancolía ya que eran Kuki y él en el baile de graduación de la primaria, ambos lucían muy felices el uno al lado del otro mientras sus amigos yacían fuera de cámara por un error de éstos.

Tomó la foto y rápidamente la enmarcó, ahora esa foto casi olvidada lo acompañaría siempre, tanto en su sueño como en sus pensamientos, movió la mesa y cayó junto a él el comunicador de Tnd, volviéndolo a poner en su sitio y restándole importancia pues últimamente éste le dejaba de parecer importante.

Término de envolver el regalo, lo guardo muy bien y se acostó a dormir, después de todo, el día siguiente sería viernes y ya solo faltaría un día para la fiesta, aunque a esas alturas no sabía como resultaría aquello y si realmente sería buena idea el seguir con los planes, aun más con la creciente hostilidad con su buen amigo "Güero".