Capítulo 4:

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Después de salir del estudio con Scooter nos fuimos a comer a un restaurante bastante glamuroso, fue bastante ameno, mi padre me preguntaba cosas de mi vida e intentaba por todos los medios no mencionar a mi madre, pero resultaba estúpido, todo me recordaba a ella.

Cuando salimos del restaurante, todo estaba lleno de prensa, y era demasiado intimidante, Scooter me agarró del brazo y con ayuda de los guardaespaldas, conseguimos llegar al coche que nos esperaba.

La verdad me había asustado bastante esa situación, lo había visto miles de veces en la televisión, pero vivirlo en tu propia piel es completamente diferente y abramador.

Estaba mirando por la ventan cuando mi padre me acarició la muñeca.

- ¿Te encuentras bien Sara?

- Sí, solo que es un poco... una locura todo.

- Sí, al principio es así, pero después aprendes a sobrellevarlo.

- Eso espero. -Dije dudosa.

- Ya lo verás. -Dice mi padre con una sonrisa.

Cuando llegamos a casa al entrar por la puerta, alguien se acerca a saludar, una mujer joven, rubia y bonita, me quedo observando y veo como le da un pico a Scooter para después venir y abrazarme.

- Oh, Sara, tenía muchas ganas de conocerte. -Dice ella mirándome directamente.

En la forma de mirarme puedo observar que es una buena persona y muy cálida, al momento me cae bien.

- Encantada. -Digo tímidamente.

Al momento mi padre se gira y agarra la mano de la chica.

- Hija, ella es Yael, mi prometida.

En el momento caigo, ya se de que me sonaba, lo había escuchado en alguna revista.

- Oh, enhorabuena. -Digo con una sonrisa y abrazándolos.

El abrazo fue un impulso, pero la verdad, me parecía que hacían una estupenda pareja.

- Muchas gracias. -Dicen ambos con una sonrisa.

Después de estar un rato aburrida en el salón, viendo MTV, Yael se acerca a mi.

- Sara.

Yo me giro y la miro.

- Dime.

- Bueno, como he visto que no tenías mucha ropa... ¿Qué te parece si te acompaño de compras? 

- Por mi me parece estupendo..., pero no tengo dinero.

En ese momento aparece mi padre por la puerta.

- Sara, ya te he dicho que por eso no te preocupes, eres mi hija, y tienes a tu disposición todo.

- Ya, pero...

Él saca una tarjeta de su bolsillo y me la entrega.

- A partir de ahora aquí tienes tu tarjeta de crédito, todo está a nombre mío, y es para ti.

Dudo en aceptarla pero al final la cojo.

- Muchas gracias Scooter.

Él se acerca y me da un abrazo, noto como suena un chts y es Yael, que nos acaba de sacar una foto, no lo tomo en cuenta y me separo.

- Voy a coger el bolso arriba y nos vamos.

- Vale. 

Subo y cojo mi bolso, guardo en mi cartera la tarjeta de crédito y luego meto el iphone y bajo las escaleras.

Mi padre es Scooter BraunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora