Capítulo 2:

183 10 0
                                    

Después de un buen rato llegamos al aeropuerto, nos bajamos del coche y entramos.

Después de un rato ya estábamos en el avión, estábamos en primera clase y nada más sentarme en ese cómodo asiento, mirando por la ventana, empecé a pensar como sería mi nueva vida.

Estaba absorta en mis pensamientos cuando noto que alguien me habla, es Scooter.

- Hija, ¿Me está escuchando?

- Oh, perdón. Estaba pensando.

- No quería molestarte. -Dijo bajando la cabeza.

- No, no lo hacías.

Él dibujó una tímida sonrisa.

- ¿Puedo preguntarte algo? -Pregunté tímida.

- Claro. -Dijo poniendo cara de interés.

- ¿Cómo va a ser mi vida a partir de ahora?

Él frunció el ceño, por su expresión pide notar que no esperaba esa pregunta, pero enseguida me respondió.

- Hija, será muy diferente a la de antes, de momento no quiero que te extreses, tendrás a paparazzis detrás tuya, y podrás estudiar lo que quieras.

- ¿No es extresante tener a gente todo el día detrás de uno?

- Sí, pero es mi mundo, y a partir de ahora nuestro mundo.

Después de un par de horas, sentí como me balanceaba, era Scooter intentando que me despertase, abrí los ojos sobresaltada.

- ¿Qué pasa?

- Ya vamos a aterrizar, abróchate el cinturón.

Yo asentí y me lo abroché.

Cuando salimos del avión, enseguida un par de hombres trajeados se acercaron a nosotros, eran guardaespaldas.

Scooter me agarró del brazo y caminamos hasta una salida trasera para no ser vistos por los paparazzis, aunque fue inútil.

Rápidamente nos metimos en una furgoneta negra y pusimos rumbo para salir del aeropuerto.

Después de cerca de media hora, sentí como el coche se detenía.

El hombre que conducía se bajó y me abrió la puerta, me quedé en completo silencio, todo eran mansiones, y preciosas.

Mi padre se acercó a mi y me sonrió.

- ¡Bienvenida a tu nueva casa! -Dijo con una sonrisa.

A mi casi se me desencaja la mandíbula, era una casa extremadamente preciosa, todas las que había alrededor.

Sólo fui capaz de pronunciar un "gracias" en un susurro.

Entramos en la casa, tenía un jardín precioso, y cuando entré, me quedé embobada, era simplemente una casa de ensueño.

Una mujer de unos cincuenta y pico años se acercó a recibirnos, llevaba un uniforme, por lo que supuse que sería una asistenta.

- Sara, esta es Julia, nuestra ama de llaves. cualquier cosa que pidas ella lo hará.

Yo le estreché mi mano y le sonreí.

Después de que me enseñase un poco la casa, llegamos a lo que sería mi habitación, que parecía como mi casa entera.

Era una habitación grande y blanca, con unas vistas a la piscina, y también a las colinas preciosas, tenía un baño enorme, una mini sala preciosa, un escritorio, un tocador y un enorme vestidor.

El sueño de cualquier chica.

Cuando ya había acabado de dejar las cosas que había traído, decidí bajar a ver si Scooter estaba por ahí.

Me encaminé al salón pero no ví a nadie, y fuí a la cocina, allí estaba Julia.

- ¿Dónde está Scooter? -Pregunté tímidamente.

- Estaba en su despacho hablando por teléfono.

- Oh. -Si estaba reunido no sería bueno que lo molestase.

- Él señor me ha dicho que elija usted que quiere que prepare para cenar.

- Pues no lo sé... La verdad es que soy de poco apetito. -Dije tocando mis manos.

Después de un rato pensando le sujerí a Julia que hiciese nuggets de poyo. Ya que me encantan. Ella aceptó y se puso a sus labores.

Cuando iba a subir de nuevo a mi habitación, Scooter me llamó.

- Sara, ven aquí por favor.

Me acerqué a donde estaba.

- Dime.

- El jueves daré una entrevista, y es sobre ti, me gustaría que vinieses.

- Pero...

- Tranquila, si no quieres hablar no hablarás.

- Esta bien.

Él sonrió cálidamente y después estuvimos hablando sobre sí me gustaba la casa.

Cuando llegó la hora de cenar, nos pusimos en el comedor, y la verdad era muy entreabierto. Eso era agradable.

Terminamos de cenar y Julia retiró todo.

- Sara, vamos a tu habitación, tengo algo que darte.

Subimos las escaleras y me senté en la cama.

Él vino con varias cajas. Fruncí el ceño.

- Bueno, en primer lugar, aquí tienes tu nuevo teléfono, es el iPhone 5s, también tendrás tu portátil, un iMac y este iPad.

Yo sonreí de oreja a oreja.

- Gracias, no tenías por qué.

- Claro que sí, te he guardado mi número de teléfono y él de la gente que necesitarás a partir de ahora, y tienes tu cuenta de Twitter y demás redes sociales ya oficial.

- Vale.

- Bueno, me voy a dormir. Mañana a las siete debemos de estar de pie. Así que no te entretengas hasta muy tarde.

Yo asentí sonriendo.

Estuve un rato usando un poco Twitter y siguiendo así a la gente que me interesaba, descargando música y luego me dormí, ya eran cerca de las dos de la mañana y mañana madrugaba.

Mi padre es Scooter BraunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora