Odio Amarte (AV, CV & Tú) •Editando• |PAUSADA|

#1

Narra _____

¿Por qué el despertador nos tiene que despertar tan temprano y de una forma tan escandalosa?

Eran las 6:10 de la mañana cuando ya estaba vestida con un pantalón negro ajustado, una blusa de tirantes rosa pastel y una chaqueta negra "Bomber", usando unos tenis del mismo color de mi blusa, peinada con una diadema mientras mi lacio, brillante y largo cabello caía suelto  por toda mi espalda, y maquillada natural para irme a la escuela, pero aún tenía que desayunar.

Decidí prepararme un cereal con leche y frutas, algo ligero y rápido.

Subí a cepillar mis dientes, ponerme mis gafas porque #Ciega, y a despedirme de mis papás, ya que hoy me llevaría mi hermano.

Mi familia la conformamos 5 personas: mis padres, David Hoffman y Aranza Rodríguez, mi hermano mayor Abraham de 22 años y mi hermanita menor Renata de 14. A los cuatro los amo, pero a veces mis hermanos y yo peleamos porque... ¡es normal! ¿Qué clase de hermanos no se pelean?

Pero bueno, el punto es que tome mi celular y mi mochila, salimos de la casa y nos subimos a su auto, llegamos en 5 minutos a mi escuela, nos despedimos y se fue.

Todos los días era lo mismo, ir caminando por los pasillos de la escuela, saludando a todos los que me llamaran, regalándoles una cálida sonrisa o un movimiento con mano, de un lado al otro; hasta llegar al final del camino y ver al grupito de populares que siempre causa problemas y da temas para hablar, e ignorarlos.

Verán, aquí en mi escuela hay dos grupos de alumnos populares, los que piensan que son dueños de todo y que nadie es digno de mirarlos (o "mamones" como muchos les llaman), y los que somos buena onda con cualquier compañero que se nos presente (yo estoy en este grupo y nos dicen el "team chido")

Miren les voy a contar la historia... cuando mi generación entró a la prepa, había un grupo de populares, con ciertas características muy particulares, como siempre, pero bueno, resulta que una de las chicas más populares y una de las nuevas, eran hermanas; entonces el grupito se hizo más grande, incluyendo a todas sus amistades. Se caracterizaban por ser crueles con todos, principalmente con los más tímidos, y para mi mala suerte, todo mi team de amigos éramos así.

Hasta que un día, nos cansamos de sus abusos y les dijimos cosas que ni siquiera nosotros podíamos creer. Ellos trataron de golpearnos, pero nuestras palabras bastaron para dejarlos en ridículo frente a toda la escuela, hasta los maestros lo vieron.

Es por eso que desde entonces, somos populares y a todos les caemos bien. A comparación de ellos, nosotros somos muy humildes, amables, divertidos y tratamos de apoyar a todos cuando podemos. Somos como superhéroes.

Entre a mi salón y visualice en la esquina a mis mejores amigos.

Dhasia: ¡_____!

Christopher y Dorian: ¡Enana, ven! –gritaron-

_____: Hola, ¿Qué pasión, raza? ¿Qué transita por sus venas? -digo en un tono de hombre pero a la vez gracioso, mientras dejo mi mochila sobre la silla que está a un lado de la de Dhasia-

Dorian: Ash, ¿te he dicho que eres una copiona de lo peor y una mala imitadora? –dice indignado, ya que él siempre saluda así-

_____: Así me amas, Dory -sonrío victoriosa y lo abrazo por la cintura, pues él es mucho más alto de que yo. Finalmente, me correspondió-

Christopher: ¡Uy, yanden! -grita en con una voz muy aguda-

Dorian: Sácate a la verga, wey –nos separamos y fulminamos con la miranda a Chris-

Dhasia: Si esas miradas mataran, ya estarías más muerto que nada, panda

_____: Y shi eh... –dicho esto, los cuatro nos empezamos a carcajear-

Simplemente, son los mejores. Después de eso nos sentamos, las mesas son para dos personas, yo estaba con Dhasia, y atrás de nosotras estaban Chris y Dory.

Antes de que llegara el maestro, nos aseguramos de que no nos faltara ninguna tarea.

No me gusta presumir, pero nosotros somos los más inteligentes del salón, aunque a la vez nos gusta divertirnos, siempre y cuando no rebasemos los límites y hayamos cumplido con nuestras actividades.

(...)

Al terminar las aburridas clases, cada quien se fue a su casa, pero antes nos pusimos de acuerdo para salir en la tarde a comprar helados, más o menos como a las 6.

Llegue a mi casa y la mesa ya estaba lista para comer.

Mamá: ¡Hola hija! –besa mi mejilla- ¿cómo te fue?

_____: Bien ma' –bajo mi mochila al suelo- ¿ya llegaron los monstruos? –pregunte y se escucha el sonido de la puerta-

Abraham y Renata: ¡Ya llegamos, mamá! –dicen bajando las mochilas-

Mamá: ¿Eso responde a tu pregunta? –me habla en voz baja- Bien niños, vayan a lavarse las manos, mientras termino de pasar las cosas para comer -mi mamá entra a la cocina-

Los tres nos vimos al mismo tiempo y corrimos para ver quien llegaba primero. Ganó Reny, pero fue porque estaba más cerca de las escaleras e hizo trampa.

Nos lavamos las manos y bajamos a comer. El menú de hoy era espagueti y pollo a la crema con champiñones acompañado de agüita de tamarindo... estuvo ¡deli, deli!

Al terminar, recogimos la mesa y cada quien se fue a su habitación a hacer la tarea. Yo solo tenía que resolver unos ejercicios de matemáticas y listo. Aproveche para dormir un poco antes de salir con mis panas (amigos).

(...)

_____: Yo quiero uno de queso, porfa

Christopher: Yo de pistache

Dhasia: A mi dame uno de fresa

Dorian: A mí de mango con chile, por favor

Xxx: Aquí tienen, serian $32, por favor

Dorian: Tenga, gracias

Xxx: De nada, hasta luego

Nos fuimos a sentar a una banca en el parque. Platicamos durante un buen rato hasta que nos dieron las 8 de la noche, nos despedimos y cada quien fue para su casa.

Al entrar a la unidad habitacional en donde vivo, me percaté de que había nuevos vecinos en la casa que está enfrente de la mía, estaban bajando todas sus cosas pero lo que más me llamo la atención fue un chico daba indicaciones sobre como bajar su piano sin que lo rayaran o descompusieran. Lástima que no pude ver su rostro, será para la próxima.

Entre a mi casa, salude y me despedí de todos.

Me adentre a mi habitación, cepille mi cabello, me desvestí, puse música y me metí a bañar. Cuando salí me puse mi pijama, volví a cepillarme el cabello y los dientes, y comencé a leer hasta que me dio sueño y apague la lámpara.