Capítulo 3: Amándolo

72 2 0
                                    

Amor:
Sentimiento de vivo afecto e inclinación hacia una persona o cosa a la que se le desea todo lo bueno.

A lo largo de los años ha sido una de las palabras más utilizadas dentro de nuestro vocabulario, sin embargo, una de las más difíciles de definir por el ser humano. Pero ¿por qué nos cuesta tanto esfuerzo darle una conceptualización propia a esta palabra si es de uso cotidiano en nuestras vidas? Fácil, si le preguntas a una persona el significado, lo más probable es que te exponga actos que ejemplifiquen el término. Esto es dado a que frecuentemente asociamos el amor con las prácticas, es decir, actos concretos, visibles, que demuestren la existencia o presencia de este sentimiento.

Entrando en el ámbito espiritual, puedo referirme al amor de Dios como el mayor manifestado a los hombres. Este va más allá de sólo una inclinación o un deseo de algo bueno hacia nosotros, implica el hecho de que aún sin merecerlo él nos ama.

Si meditamos detenidamente sobre este tema podemos analizar la siguiente interrogante: ¿Qué hice yo para que el Señor me amara? La respuesta es: ¡¡NADA, absolutamente NADA!! De hecho lo único que merecíamos era la muerte pero Dios nos amó.

Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Romanos 5:8

Del mismo modo en que nunca podremos comprender los pensamientos de Dios, jamás comprenderemos el sacrificio inmerecido que hizo Jesús.

Humillación, menosprecio y maltrato, acciones con las que le pagamos a Cristo el hecho de él venir a este mundo, de despojarse de su trono de gloria, majestad y altura para venir a este corrupto mundo.

6 El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Filipenses 2:6-8

Una de las citas bíblicas más recomendadas para tener conocimiento sobre los múltiples azotes que le propinamos a Jesucristo es Isaías 53.

3 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

Con estas citas bíblicas quiero motivarte el día de hoy a que tú también demuestres con actos concretos el amor que sientes hacia el Señor y no sólo de labios digas que lo amas porque de nada te servirá ya que Dios conoce la mente y los corazones de cada persona. Un ejemplo de esto es cuando Jesús estaba hablando con los escribas y fariseos de Jerusalén:

7 Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:
8 Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí.
9 Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.
Mateo 15:7-9

Te invito a que tu entrega sea total y no fingida, sin escatimar tu amor hacia Dios.

30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.
Marcos 12:30

Y recuerda que nosotros le amamos a él porque él nos amó primero.



Dios te bendiga mucho.

Hasta ser como ÉlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora