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Dos semanas; dos semanas desde que fui al ginecólogo y me dijeran que era posible que perdiera a mi bebe. Dos semanas desde que un dolor punzante se instaló en mi pecho y no me dejó dormir durante toda la noche. Dos semanas desde que empecé a recibir el apoyo de todos, y en especial, el de Harry. Dos semanas desde que él y yo nos confesamos que seguíamos amándonos. 

Aún me sentía confundida. No entendía por qué él me había dicho que me amaba si ahora estaba con Camila. ¿Acaso no era feliz con ella? Me sorprendía, pues según Lauren, Camila era una chica extrovertida y de buenos sentimientos, aunque por lo que me di cuenta en sus comentarios, la sinceridad no es uno de esos buenos sentimientos. Se notaba que sus buenos deseos eran fingidos, no sentía el verdadero apoyo provenir de ella, se podía notar que Camila no estaba muy de acuerdo con que Harry estuviera tan cerca de mí. Por eso, no sentía que sus buenos deseos hacia mi bebé, fueran sinceros, porque parecía más bien, que no sentía ningún tipo de felicidad hacia el hecho de que Harry fuera a tener un bebé conmigo. 

Me molestaba que no fuera sincera, si no le gustaba que Harry estuviera cerca de mí, ¿Por qué se lo permitía? Otra chica sincera, le hubiera pedido a Harry que se alejara de mi presencia, que no volviera a buscarme o a verme, pero ella no lo hacía, y eso, en cierto modo, me parecía extraño y sospechoso, porque no creía en sus buenas atenciones. 

Por un momento llegué a pensar que Harry estaba cerca de mí por obligación, o porque se sentía comprometido conmigo, pero en el momento en que me dijo aquellas simples palabras, me di cuenta de que aún seguía sintiendo amor por mí, que aún seguía pensando en mí, y que aún seguía enamorado de mí. Eso, me alegraba, porque yo también seguía muy enamorada de él, aunque nuestro único obstáculo era que él estaba en una relación con Camila, y que mientras estuviera con ella, no podríamos estar juntos. 

Me dolía, porque yo en verdad quería estar a su lado, pero me doy cuenta de que probablemente eso no será posible. Hay muchos obstáculos en nuestro camino, y la mayoría de ellos, son inmensas paredes de concreto que obstruyen nuestro camino hacia la felicidad y hacia el "Felices para siempre".

Era hora. Hoy debía regresar a aquel consultorio que me había quitado muchas esperanzas de que mi bebé naciera con vida. 

No quería sufrir, ya no quería seguir llorando por las noches mientras me sentía culpable por el estado crítico de mi hijo. Ya no quería seguir sufriendo por todo esto. 

Me dolía el pecho, sentía éste oprimido y sentía una fuerte punzada atacando mi pecho. No quería recibir malas noticias sobre mi estado de embarazo. 

Ya había cumplido los cuatro meses de embarazo y era posible que confirmáramos el sexo del bebé, aunque si seguía en aquella posición peligrosa, era posible que ni siquiera llegara a sostenerlo entre mis brazos. Ese era uno de mis mayores temores, que ni siquiera pudiera sostenerlo y decirle cuánto lo amo, que no pudiera ver su angelical rostro y besar su frente con cariño. No poder mirar el gesto de Harry cuando viera a nuestro pequeño hijo entre mis brazos.

No quería ser negativa, pero las circunstancias me llevaban a pensar de esa manera; que todo saldría mal y que mi bebé moriría, pero debía dejar esos pensamientos de lado; pensar con positivismo y creer que todo saldría bien. 

Muchos de mis amigos y conocidos me han estado enviando mucho apoyo y amor a través de las redes sociales. Les agradecía infinitamente aquello, pues eran muy pocas las personas que deseaban el bienestar de las demás, y podía notar que,  aquellas personas, en verdad se preocupaban por mí.

Mi teléfono sonó sacándome de mis cavilaciones. Rodé los ojos y bufé. Era la cuarta vez que sonaba, y realmente me estaba haciendo sentirme frustrada. 

Instagram | Harry Styles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora