Clyde pateó el pedazo de madera sin importarle lo que la gente de adentro podría estar haciendo.
— ¡¿Quien carajos toca la puerta?! —Del pacifico hogar salió Tricia, hermana pequeña de Craig.
— Ru-Ruby. —Empezó hablando Tweek, llamándola por su apodo.— ¿Cr-Craig esta en casa?
La peli-roja miró a los tres chicos con detenimiento.
— ... No. —Dijo sin mirar al rubio.— Él... Salio. —Recien llevó su vista hacia sus azules ojos.
— ¿A-Adonde? —La curiosidad le gano, acercándose mas a Ruby para obtener alguna respuesta.
— Hey, cálmate, no se donde podría estar ese pendejo. —Se alejó nerviosa la chica. Cerró la entrada de su hogar tras ver que nadie mas le preguntaría algo.
El de camisa verde suspiró con tristeza.
— Tweeeeek. —Lloriqueo Clyde, lanzándose hacia él para abrazarlo, pero tropezó y cayo de cara.
— Lo mejor seria esperar hasta mañana. —Sugirio Token, empezando a caminar.
El rubio lo vio irse.
Retomó su caminar, pero con dificultad pues el castaño abrazaba sus pies aun estando en el suelo, llorando su nombre.