4. Cena con los Mendes

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El vaso que sostengo en mi mano derecha se cae haciéndose añicos en el suelo mientras miro incrédula a mi mamá.

一No quiero ir a cenar a la casa de los Mendes一. Le espeto con indiferencia.

No quiero ir. No, no y no.

一No te estoy preguntando一, contraataca ella frunciendo el ceño, (furiosa tal vez porque no quiero ir ó porque he roto un vaso más, probablemente por las dos razones)一. Karen nos ha invitado a su casa a cenar hoy y me parece muy descortés de nuestra parte no ir, además ya he pasado a la repostería y compré este pastel cuando venía del trabajo.

Señala una cajita sobre la mesa. Exhalo frustrada dándome la vuelta para ir por la escoba y recoger los pedazos de cristal esparcidos en el piso.

No podía estar pasándome esto a mi, definitivamente no; sería como ir a la boca del lobo.

《Un buen lobo》

Tu cállate, ¿quieres?

一Mamá, en serio, pueden ir papá y tú, yo prefiero quedarme一, insisto un poco más tranquila echando los restos del vaso quebrado al cesto de basura.

Pero mamá no da su brazo a torcer y es así como minutos después estoy parada frente a mi armario viendo que ponerme para ir a la cena de vecinos.

Una vez más mi mamá me ha vencido, esto es tan injusto.

Pataleo acostada en la cama intentando que los jeans me suban, me retuerzo un poco, okay, esto es raro, y después doy unos saltitos de pié intentando que los antes mencionados cierren.

Genial, debo ponerme a dieta.

Me pongo mi sudadera rosa arriba de mi blusa de Minnie Mouse, ato los cordones de mis tenis y así, sin arreglarme más, bajo a la sala de estar donde esperan impacientes mis papás.

一¿Te tardaste tanto para esto?一 Me señala mamá en desaprobación, entorno los ojos sin responderle nada.

Vamos a la casa de al lado, a cenar, no a una boda en Persia con el duque y la duquesa.

Quizá si digo mis pensamientos en voz alta mis padres me aniquilan por grosera.

Papá toca el timbre de la casa de los Mendes mientras yo estoy mordiendo el interior de mi mejilla con ganas de salir huyendo de ahí. Pero es demasiado tarde cuando Aaliyah abre la puerta con una sonrisa ensanchada. Lleva puesto un vestido negro hasta la rodilla y una trenza cae por uno de sus hombros.

Debí haber escuchado a mi mamá.

一Pasen一, nos dice amable como siempre haciéndose a un lado para que pasemos.

一Gracias cariño一, sonríe mamá entrando a la casa con la cajita del pastel en sus manos.

Le sonrío a Aaliyah al pasar por un lado de ella, me devuelve la sonrisa.

一¡Que bueno que ya llegaron!一 Exclama Karen dejando a un lado su delantal de cerezas para saludarnos.

Me da un abrazo fuerte que casi me asfixia y luego le da otro igual a mamá, papá se va con el señor Mendes quién lo invita a sentarse a un lado de él en la mesa. Al parecer estos vecinos si se llevan bien.

一Preparé este pastel一, presume mi mamá abriendo la caja blanca, dentro viene un pequeño pastel con frutas.

Claro, y Pinocho dice la verdad. Ja ja ja.

一¡Se ve delicioso, querida!一 le dice Karen colocándolo en el centro de la mesa. Enseguida las dos se van a la cocina.

一Ven Ashley一, me sonríe Aaliyah jalándome de la mano y llevándome con ella a la sala de estar, nos sentamos en uno de los sillones color cappuccino.

Mi vecino es un idiota Donde viven las historias. Descúbrelo ahora