Prólogo

315 8 1
                                    

Un gran transporte de mudanzas se aparcó justo al lado del jardín de mi casa. Yo estaba sentada en el césped con las piernas cruzadas y los audífonos a todo volumen.

Era una tarde cálida y el sol agradaba en cierto sentido. Era viernes, así que me estaba relajando para recibir con tranquilidad los dos días siguientes sin escuela. Un carro negro llegó siguiendo la ruta del transporte de mudanza y se estacionó tras él.

En ese momento pensé: "la casa de al lado al fin será habitada y tendremos nuevos vecinos. Que genial".

Las puertas del auto se abrieron, como soy toda una chismosa estaba observando todos los movimientos y acciones que pasaban en esa dirección. Una pareja bajó, la mujer se veía agradable y miraba con ilusión su nuevo hogar. Una de las puertas de atrás se abrió y salió una chica, miró en mi dirección y me dedicó una sonrisa, para después seguir a la mujer, que supuse era su madre, adentro de la casa.

Agaché la mirada pero el azoto de una puerta me hizo levantar el rostro nuevamente.

Un chico alto y de buena figura estaba parado a un lado del auto, recuerdo que llevaba unos jeans negros ajustados y una playera negra, su piel blanca resaltaba con los colores de las prendas; miraba en mi dirección haciéndome sentir apenada.

Esquivé su mirada y comencé a mirar mi celular disimulando, pero, en realidad estaba bloqueado.

一Hola一. Escuché una voz masculina hablarme. Apreté mis labios y alcé la mirada. El chico estaba recargado en la cerca blanca de mi casa analizando el jardín.

一¿Hola?一 Carraspeé respondiendo a su saludo. Sonrió.

一¿Cuál es tu nombre?一 Preguntó mirándome inquisitivamente.

一Ashley, ¿y el tuyo?

一Yo soy Shawn, Ashley.

Me guiñó un ojo y se fue.

Mi vecino es un idiota Donde viven las historias. Descúbrelo ahora