Capitulo #3

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Después de crearme un enemigo con el profesor de biología, no tenía otro remedio más que esperar en el jardín a que la hora acabase para ir a la siguiente clase.

Pase de manera rápida por los salones, esperando que por favor los prefectos aun siguieran en la sala de maestros y así no ser reprendido también por ellos.

Así que obviamente pensándolo bien los jardines no serían muy buena idea.

Ahora tenía que recurrir a mi plan B. Esperar pacientemente en uno de los cubículos del baño, el único lugar seguro en toda la escuela en el que nadie podía interrumpirme... y eso espero.

Tenía que esperar a que el timbre sonara para poder poner la excusa de que había ido al baño. Por lo pronto solo me quedaba distraerme contando los mosaicos del suelo, leer las letras pequeñas de un limpiador que estaba a un lado del inodoro, entre otras cosas.

Todo esto por una eternidad, hasta que escuche el glorioso timbre de salida para la siguiente clase, me levante de donde estaba y camine tranquilamente con la excusa en mente.

Escuche mi nombre un par de veces, en las cuales, lamentablemente tenía que ignorar, ya que debía de llegar antes que el profesor. Cuando llego el momento de mi aparición en mi aula con mis compañeros de clase, todos posaron su mirada sobre mí.

— ¿Qué? ¿Quieren una batalla Yugi-oh! conmigo o qué? -dije con una pose rara al momento que camine entre los pequeños pasillos que había entre las sillas. Todos cambiaron su mirada acusadora a una de confusión para después seguir con lo suyo.-

Acomode mi trasero en mi silla, agradecí a los espíritus del cielo porque la situación anterior no pasara a mayores.

Estire mis músculos lo más que pude y entonces baje mi vista hacia mi pupitre, encontrándome así con un lindo chocolate sobre este.

Wahh, ¿otra vez la misma persona?... su envoltorio se parece al de la vez anterior. Me pregunto si será de este salón.

Mi mirada giro hacia todos lados buscando algún sospechoso pero nadie parecía ponerme atención, ni siquiera Baek ya que él solo continuaba existiendo en su lugar con los ojos cerrados y los brazos cruzados.

— El profesor va a reprobarte ¿en serio no puedes dejar de ser tan imbécil? –Se volvió a escuchar la inoportuna voz del mismo chico de esta mañana. En serio ¿Quién le pregunto?-

— Si lo hiciera, pierdo mi encanto –Respondí sobrado con mi oportuno chocolate en mano, haciendo que este chico japonés frunciera el ceño-

Sin embargo antes de que este pudiera procesar un nuevo insulto para mí la profesora hizo acto de presencia en el aula. A ella si le tenía un poco más de respeto ya que al parecer mi padre había sido su alumno en su momento y ahora era una de esas señoras que iban de visita a mi casa.

La maestra dejo sus libros en la mesa y comenzó a tallar el plumón contra el pizarrón, ya iba a ponernos a escribir de nuevo una actividad que no iba a poder hacer por la culpa de ¿Me...? La verdad no recuerdo el nombre.

Aunque no todo estaba perdido aún tenía mi chocolate y podía aprovechar a la profesora de espaldas para poder comerlo apropiadamente hasta que ella termine de apuntar.

La verdad no me interesa nadie de esas chicas que ponen cosas, pero se los agradezco porque así como cosas gratis y a cambio les doy una divertida amistad no más allá de lo que mis instintos me lo permiten con una mujer.... Ya que aunque fuera un hombre el que haya dejado este chocolate aquí yo solo tengo ojos para Baek.

Aunque él solo los tenga fruncidos o estado neutral.

Solté un suspiro y el cosquilleo en mis adentros quisieron verlo, así que gire mí vista con mucha cautela.

Los gemelos Kim -Primera Temporada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora