RESTART (ZaynMalik&Tú) Parada

Capítulo 12

-Perdón-Dijiste mirando al suelo-

-Vigila por dónde vas niñata!-Gritó esa voz tan familiar-

-Pa… Papa?-Dijiste asustada-

-Hija? Que haces aquí niña?-Dijo seco-

-Trabajar… Papa-Seguías mirando al suelo-

-Donde?-Dijo con una curiosidad extraña-

-En un bar que se llama ‘’Sweat Breackfast’’

-Mmm… Vale, Adiós-Dijo despidiéndose sin ni siquiera mirarte-

Ese hombre fue el causante de tus pesadillas y las de tu madre pero sobretodo una de las razones por las que huiste de todo. Te maltrató desde que tenías tan solo 3 años y no paró hasta que te fuiste. Fueron los años más duros de tu vida. Te acordaste de todos los golpes que recibiste, de todos los gritos que oíste durante largos 13 años.

¿Ahora te lo encontrabas aquí? Para que, ¿Para qué te arruine la vida de nuevo? Pensabas… Querías olvidarte de Zayn… De tu padre… Y de todo, así que te fuiste a caminar de nuevo, a ver si tus pensamientos se esfumaban.

Llevabas caminando casi dos horas y Zayn te llamaba cada cinco minutos, tu no lo cogías y seguías caminando, dándole vueltas a todo.

Empezaba a anochecer y tenias que volver a casa, pero no querías, no podrías volver a ver a Zayn. Fuiste a cenar a un restaurante cercano de donde estabas y pediste un taxi. Cada vez estabas más cerca de casa de Zayn y tus nervios y vergüenza aumentaban por momentos.

-Hola-Dijiste tímida al entrar-

-___!-Dijo Zayn, que estaba en el sofá con el móvil en la mano-

-Quiero irme a dormir, adiós Zayn-Recalcaste sin mirarlo.

-No deberíamos hablar?-Te cojió del brazo-

-No, suéltame-Dijiste seca-

-Ha pasado algo más en la calle, ¿Me equivoco?-Afirmó convencido-

Tu solo tragaste saliva y caminaste hacia tu cuarto mientras Zayn te miraba tristemente. Entraste en el baño y te diste una larga ducha y te pusiste el pijama. Cuando acabaste te tiraste en tu cama y empezaste a llorar, llorar de desesperación, una noche más, un día más sin salir de ese agujero negro y perturbador.

 

Te despertaste a las 7 de la mañana, aún todos dormían y saliste a comprar algo para desayunar, aunque no mucho porque seguías sin hambre, pero volviste a encontrarte con esa persona a la que menos deseabas ver.