• Celos •

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Qu'ils ne te contrôlent pas
La jalousie est dangereuse

Sonreí sin disimulo, no puedo evitarlo. Adoro esta parte del día.

EXO está ensayando.

Sus prácticas son algo divertidas, a Sehun le gusta molestar a Kai intentando robarle sus partes principales o cuando sin querer fastidia a D.O y termina por esconderse detrás de Chanyeol para que lo golpee a él. ¿Qué decir? Mi cachorro está en esa edad, es inquieto por naturaleza, le gusta competir y marcar territorio aunque él y yo seamos los únicos licántropos en este lugar, o al menos en la sala de prácticas.

-Abby, ¿Me ayudas? -deje de ver las típicas peleas de los miembros para prestar toda mi atención a Tao. Reí con disimulo y me acerqué para ayudarlo con su pequeño problema. -No pensé que terminaría así. -ni yo realmente. Hace unos días los chicos me habían visto hacer maniobras con un Yo-yo y quisieron que les enseñará, ahora es costumbre verlos amordazados por el hilo a todo su alrededor o sus manos y dedos apresados sin posibilidad de escape.

-¿Intentaste hacer el péndulo? -asintió ahorrando un grito de dolor, sí que quedó muy duro el nudo. -Debiste detenerte o avisarme.

-Lo sien- ¡Ay! ¡Noona, no tan fuerte!

-Eso inten- ¡Deja de moverte! -me molesté y mejor me alejé para calmarme. Tao es de mis favoritos y no quiero molestarme con él. -Tendré que cortarlo, así nunca saldrá, ya te compraré otro Yo-yo después.

Fueron unos minutos en los que salí de la sala de prácticas por unas tijeras, unos pocos minutos en los que Sehun se las arregló para también enredar sus manos con el Yo-yo en un intento de salvar a Tao, cosa que logró a costa de sus propias manos.
Nada más me miró se le puso el rostro pálido y debe de, no es la primera vez que hace algo estúpido por celos. Porque sí, esa es la razón de que haya ayudado a Tao, lo conozco lo suficiente para saber que en vez de ayudarlo le haría bromas o burlas.

Abrí y cerré las tijeras varias veces para asustarlo, cosa que logré y no solo a él también a todos los miembros y deben de, estoy tan molesta que yo misma les haría un cambio de look.

-Oh Sehun. -retrocedió unos pasos con la clara intención de esconderse detrás del grandote y no lo logró. - ¿Cuántas veces te he dicho que-

-¡Tao empezó! -medio apuntó con sus manos aún apresadas. - ¡Me reto! ¡Dijo que no sería capaz de quitarle los nudos!

-¡No es cierto, fue tu idea, todo fue tu idea!

-¡Cállense!

Hubo silencio en la sala y proseguir a cortar los nudos, liberando en segundos a mi cachorro. Jugué con las tijeras unos segundos más, adoro jugar con las cosas filosas. De reojo miré el reloj de la sala y sonreí con maldad, me cobraría los celos de Sehun y las idioteces de estos doce. No me hacen tonta, ellos planearon algo y no los dejaré llevarlo a cabo.

-Es. Mi hora. De. Descanso.

Y con esas palabras salí corriendo de la sala rumbo al estacionamiento con la mera intención de salir de la empresa e ir a visitar a otro de mis protegidos.

Porque lo que más odian, siendo Sehun el principal de todo, es que pase mi tiempo con más chicos que no sean ellos.

-¡Noona, no te vayas!

Dicho y hecho ellos me siguieron, los miembros del staff se hacían a un lado, dándome pase libre, como si ver una persecución de doce chicos vs una chica fuera lo más normal del mundo. En realidad lo es, o al menos aquí en la empresa.
Divisé los elevadores siendo que uno estaba abierto, miré detrás, aún no me alcanzan, calculé el tiempo y entré al elevador cerrándolo casi al instante.

Lo último que escuché fueron sus lloriqueos y los golpes de Sehun a la puerta en un intento de abrirla.

-¿De nuevo se portaron mal?

-Heechul. -no lo había visto aquí adentro. Sonreí avergonzada y asentí, era raro verlo por la empresa. -Sí, volvieron a lastimarse con los Yo-yo. No debí regalarles uno a cada quien.

-Es divertido verlos jugar con el, están pasados de moda y a ellos parecen encantarles.

-Es porque me han visto jugar con uno. Tienden a imitarme.

-Y pensar que antes te odiaban...

Sí. Mis inicios en EXO no fueron bonitos precisamente, no confiaban en mí, sabían que era peligrosa, sobretodo cuando les dijeron que sería su guardaespaldas secreto, disfrazada de maquillista.
Fueron medidas drásticas lo admito pero necesarias a mi parecer, que una fan intenté secuestrarlos usando una Van parecía a la suya es algo extremo. Por esa razón me contrataron.

El elevador se detuvo y bajé sin dudarlo, ellos no eran tontos y ya debían estar en el estacionamiento rodeando mi motocicleta. Me despedí del chico bonito y comencé a subir por las escaleras de emergencia hasta la sala de descanso para tomar mis cosas. Apuesto a que ni siquiera recuerdan que en realidad mi hora de descanso es más tarde. Llegué a mi destino, no había nadie como predije y entré confiada.

Debí revisar dos veces.

-¡Abby, eres mala!

Sus lágrimas me hicieron sentir mal, no me gusta ver a Sehun llorar y menos si es por mi culpa. Estábamos encerrados en la sala y él me abrazaba con miedo a perderme, lo entiendo, ambos somos iguales, él solo me tiene a mí y mi deber es enseñarle a sobrevivir. Limpie sus lágrimas dando caricias a sus mejillas, haciendo que me miré e intente apartar la mirada.

Sehun es mi cachorro.
Y, aunque suene contradictorio, amo sus celos.

-Mimado, eso es lo que eres.

-Pero soy tu mimado... ¿Verdad?

Sí... Para mi desgracia, sí lo eres.

~°~°~°~°~°~°~

Growl » Oh SehunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora