Growl » Oh Sehun

• Happy End •

Sus labios... Sus ojos...
Sus besos... Sus roces...

Su olor

Oh Sehun sabía cómo volverme loca. Sabía como controlarme y hacerme sentír yo misma. Él era tan único, mi mundo, mi razón de ser.

Mi vida

¿Acaso siempre lo supo? ¿Que estaba loca por el?

-Abby, despertaste.

Sonreí, trazando círculos imaginarios por su espalda desnuda, admirando mis marcas por todo su pecho, pequeños chupones que durarían semanas por la fuerza con la que los hice. Con un ronroneo, ocultó su rostro en mi cuello, aspirando mi aroma y tomándome por las caderas, sonriendo sobre mi piel.

-Cachorro... Eres un mimado.

Soltó una suave carcajada, guiando una de mis manos a su nuca para que cumpliera sus caprichos. Obedecí ante su muda petición, dejando a mis dedos hundirse entre sus suaves cabellos, recargando mi mentón en su coronilla para mayor comodidad.

Despertar entre sus brazos era diferente ahora. Ya no había tanta ropa que me impidiera el contacto con su piel, ya no tenía que reocuparme por que los chicos notaran mi olor impregnado en él.

Oh Sehun era oficialmente mi Omega. Marcado después de su segundo celo, amado para toda la vida. ¿Soltarle? No estaba en mis planes.

Mi celular comenzó a sonar y con molestia me estiré lo suficiente para alcanzarlo, subiéndome al regazo de mi cachorro, dejando que las sábanas se deslizaran por mi espalda desnuda y mostrara mi pecho sin pudor a solo centímetros de su rostro pícaro y avergonzado.

-¿Qué es tan importante como para molestarme durante mi celo?

-No tienes que ser tan altanera, ¿Sabes?

-Sigo enojada contigo, Yifan. Habla rápido, estoy en mi día libre. -sus manos travieras bajaron hasta mi trasero, a sabiendas de que iba a regañarlo, eso lo emocionaba más. Pellizqué su pezón, logrando que gritara de dolor.

-¡Cielos! Deja de molestarlo, cuanto me cuelgues podrán seguir en lo suyo. -rode los ojos molesta. -Los chicos preguntan por tí. Y no hablo solo de estos idiotas, hay dos grupos más que quieren verte. ¿Acaso nos has sido infiel?

-Alfa tonto. -bajé de la cama, dejando a un urgido Sehun cuando me encerré en el baño, dispuesta a terminar la conversación en privado. -Iré a ver a Tae más tarde. Tiene días de haberse presentado oficialmente, no tiene un Alfa al cual aferrarse, me necesita. A todo esto, ¿Dónde están? No recuerdo que tuvieran agendado algo importante como para habértelos topado.

-Baekhyun fue a visitarlo, aún cree que es su hermano desaparecido. Nunca se sacará esa idea de la cabeza por tu culpa. -miré al espejo sin verme realmente, estaba más concentrada escuchando los pasos de Sehun ir de un lado a otro por toda la habitación, supongo que recogiendo su ropa, o lo que queda de ella. -Y sobre el otro grupo, ese Alfa de China, tiene información respecto a su hermana, sobre las Omegas escondidas.

-Ya veo... Gracias por el aviso.

Corté la llamada y suspiré.
Internamente creí que al arreglar todo aquí en Seúl me zafaría de lo demás, pero ya veo que no. Igual no importa, desde antes de conocer a Sehun ya tenía mi meta clara.

Salí del baño y lo encontré sentado a la orilla de la cama, desnudo, mirando mi cuerpo con lujuria y pasando aquella lengua traviesa por sus labios en un sensual roce. No dudé en mi caminar, subiendome a su regazo, dejando mis piernas a cada lado de su cintura, pegando nuestros pechos hasta que solo milimentros nos separaran.
Y se suponía que la del Celo era yo.

-¿Por qué tardaste tanto? -sus manos no se quedaron quietas y se colocaron en mi cintura, enterrando sus uñas y acariciando con sus pulgares en pequeños círculos. -Me sentía solo...

-Tengo que salir.

-Pero... tú estas...

-Lo sé. -rozamos nuestros labios sin dejar de vernos, sintiendo la tensión sexual ir en aumento. -Pero él me necesita. También soy su Alfa. El único que no le hará daño.

-No me gusta como suena eso... Solo eres mía Abby, no es justo.

-Hasta que Taehyung consiga pareja, yo seré su soporte. -se alejó, no de golpe pero igual dolió. Sabía que le molestaba, Sehun era muy celoso y territorial. Un Omega con complejo de Alfa. Y eso lo hacía más encantador, si es que se podía. Acaricié sus cabellos azabaches, guiando su rostro a esconderse en mi cuello, repartiendo besos al instante en que sus bellos labios rozaron mi piel ya marcada por él. No hay rincón que él no conozca de mi cuerpo. -Vendrás conmigo. Aparte de un Alfa, necesita conexión con otro Omega, eso lo hará más fácil.

-Pero aún así habrá más chicos a tu alrededor. -me fue imposible no reír por su gruñido. - ¡En serio! Ese chico Jungkook no te deja en paz cuando te vé.

-Y eso que no has visto a Yugyeom...

-¡Abby!

Amaba sacarlo de quicio, que sus labios se fruncieran y que intentara alejarme cuando lo que más quería en ese momento era marcarme.

Calle todos sus quejidos con fugaces besos por todo su rostro, sintiendo al instante sus manos subir hasta mi espalda y después a mi nuca para evitar que me separara cuando nuestros labios se tocaran.

Las mañanas habían cambiado.

Ahora eran mejores gracias a Sehun.

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